19/12/10

Ciudades que podrían haber sido

Dongtan

Fue un proyecto de "ecociudad" que estaba planeada construirse al este de la isla de Chongming en 2007, a principios de 2010 se anuncio que no se iba a llevar a cabo el proyecto finalmente.





Welthauptstadt
Incluso antes de comenzar la segunda guerra mundial, Hitler tenia planeado conquistar el mundo, y para ello el mismo disenyo la ciudad que seria la capital... primero de Alemania, luego de Europa y luego del mundo.

 Los planes para esta gran ciudad incluian un estadio para 400.000 espectadores, una cancilleria mas lujosa y el doble de grande que el palacio de Versalles, un arco del triunfo basado en el de Paris pero mucho mas grande, entre otras cosas.







Broadacre City

Fue un proyecto propuesto por elarquitecto Frank Lloyd Wright al final de su vida.

El modelo de ciudad parte de la crítica a la civilización industrial urbana, que negaba los valores humanos e individuales más auténticos, y se basa en la búsqueda de una calidad ambiental. Broadacre City sería una ciudad con muy bajo índice de densidad, extendida en todas las direcciones. No era sólo un proyecto urbanístico, sino también socio-político, en el que cada familia norteamericana habitaría un terreno cuadrangular de un acre (4.000 m²) de las reservas federales. El transporte sería principalmente en coche por los extremos de cada acre, y a pie dentro del mismo.

20/4/10

Citas para la historia (3)

"El derecho a la felicidad se ha transformado así en imperativo eufórico que crea vergüenza o malestar entre quienes se sienten excluidos de ella. En la época en que reina la “felicidad despótica”, los individuos ya no se limitan a ser desdichados, ahora se sienten culpables por no sentirse bien." (Giles Lipovetsky)

 

16/4/10

Costumbres curiosas del mundo

-En Holanda, la forma correcta de saludarse al ingresar y al salir de una reunión, es estrecharse las manos, algo muy similar a lo que se hace en buena parte de los países, Sin embargo, hay que tener una precaución:  se entiende como un gesto de muy mala educación dejar la mano izquierda en el bolsillo mientras se saluda.
-El gesto de afirmación y negación con la cabeza varia en países como Bulgaria, Grecia, Serbia o Turquía, para decir "si" mueven la cabeza lateralmente y para decir "no" es de arriba a abajo. 
-El gesto que se hace con el pulgar queriendo decir "Ok"  (dibujo izquierda), significa cosas distintas en según que países.
En Francia: signo negativo, muy mal, cero.
En Japón: Dinero (Dai)
En algunos países Africanos, es el sexo de la mujer.
En algunos países Árabes es una proposición obscena
 En algunas zonas de Grecia y el Sur de Italia es un insulto de carácter sexual.
En Brasil, es también un insulto (en este caso: vete a tomar por c***). Por eso  cuando el ex-presidente de EEUU Richard Nixon visito Sudamérica y saludaba al gentío Brasileño desde su coche, no paraba de hacer signos de "Ok", sin llegar a entender la razón del enfado de los Brasileños.
-Aproximadamente un 65% de los comercios en Tailandia son llevados por mujeres, es el país con mayor porcentaje de mujeres empresarias del mundo.
-Si en España la nota para valorar una película, un examen, un restaurante o cualquier otra cosa es de 0 al 10, en Francia lo hacen del 0 al 20, en Inglaterra o Irlanda del 0 al 100, y en Alemania la calificación va del 6 al 1, un 6 es lo peor y un 1 lo mejor. En Estados Unidos se puede usar el método Ingles o se pueden utilizar letras.
-En China el numero 4 es de mala suerte, porque el numero en concreto suena igual que la palabra "muerte" (死), por eso los ascensores en China no suelen disponer de la cuarta planta en su tablero, pero tampoco del piso 14, ni del 24, ni del 34, ni del 44, ni de cualquier número que acabe en cuatro. De hecho, los edificios prescinden de la planta cuarta (y de todas las que acaben en ese dígito), por lo que las escaleras te llevan desde el tercer piso hasta el quinto sin escalas intermedias. También puede ocurrir en Corea, Vietnam y partes de Japón.

-Para los practicantes de la religion Judia los Sábados son el día festivo que seria el Domingo para los occidentales, pero es un día de descanso y tranquilidad mucho mas estricto ya que existen unas leyes oficiales que impiden hacer muchas cosas como por ejemplo: Viajar, plantar, segar, coser, prender fuego, escuchar música, utilizar el teléfono, conectarte a internet, comprar, tocar dinero, hacer negocios etc..

-En Japón no solo no se aceptan propinas, sino que ademas son mas prudentes que en occidente con el dinero y esto se demuestra en muchas costumbres, por ejemplo si una maquina de café o refrescos se te traga una moneda y no te da el producto elegido, el damnificado sabe que puede pegar un papel con la dirección de su casa con la cantidad perdida con la seguridad de que recibirá esa cifra en su hogar dentro de las 48 horas.
-En la India un punto rojo en la frente de una mujer significa que es una mujer casada. En la antigüedad el marido lo dibujaba con su propia sangre.
-Al contestar una llamada telefónica:
en Rusia dicen "estoy oyendo" o simplemente un "si?"
en muchos sitios de Sudamerica y Centroamerica se dice "bueno?" o "hola (o alo)",
en Alemania o Austria se contesta diciendo por ejemplo tu apellido y a continuacion se puede utilizar un "al habla".
En Italia, responden con un "Pronto"
En Irlanda o Inglaterra pueden llegar a decir el nombre, la direccion o el numero de telefono al cual estas llamando, aunque actualmente solo en extraños casos, se suele decir "this is..." : "este es (tal)"

-En Malasia no se debe esperar un "no" como respuesta directa. Utilizarán un "si" tibio o dubitativo, y expresiones ambiguas para dar una negativa. Otra manera de decir “no” es ignorar la pregunta o hacer como que no te han oído. El gesto de aspirar  aire entre los dientes (lo contrario a silbar) suele ser síntoma de desacuerdo.

-El 27 de Julio en Finlandia es el día del dormilón, la última persona de la familia en levantarse es arrojada a un río o al mar.
-En Hungría no tienen la costumbre de brindar con jarras de cerveza en la mano porque esta forma de brindis les hace recordar al momento en que los austriacos celebraron su victoria sobre Hungría.

-El 10 de noviembre a las 9:05 horas en Turquía casi toda la población hace un minuto de silencio. Se para el trafico etc.. en todas las ciudades incluso las mas grandes durante un minuto en memoria de la muerte del fundador de la república turca, Mustafa Kemal Ataturk.
-Una costumbre Turca es que una persona no debe dar un cuchillo directamente a otra persona. Debe poner el cuchillo encima de la mesa y entonces la otra persona debe tomar el cuchillo.

1/4/10

Diccionario del nihilista (opinión de John Zerzan)

Diccionario del nihilista (opinión de John Zerzan)

1 Buenismo
Buenismo (niceism) n. tendencia, más o menos codificada socialmente, a enfocar la realidad en términos de si los demás se comportan cordialmente o no; tiranía del decoro que impide pensar o actuar por uno mismo; modo de interacción basado en la ausencia de juicio crítico o la autonomía.
Todos preferimos aquello que es amigable, sincero, agradable. Bueno. Pero este mundo empobrecido, en verdadera crisis desde hace ya algún tiempo, debería obligarnos a reconsiderar todo de nuevo, radicalmente, ya que lo bueno puede ser lo falso.
A menudo la cara de la dominación es una cara sonriente y educada, incluso culta a veces. Recuérdese Auschwitz y sus directores de campo deleitándose con Goethe y con Mozart. O la bomba atómica, que no fue creada por monstruos de aspecto maligno, sino por agradables intelectuales liberales. Lo mismo puede decirse de quienes están informatizando la vida, y de aquellos que, de una forma u otra,son los principales pilares de este orden corruptor, como por ejemplo el agradable hombre de negocios, eje vertebrador de una cruel existencia de ‘trabaja y compra’, ya que oculta sus verdaderos horrores.
Los casos de buenismo incluyen a los `peaceniks´ [pacifistas], cuya ética del buenismo los coloca una y otra vez en situaciones estúpidas y ritualizadas, propias de perdedores; a aquellos miembros de Earth First! que rechazan enfrentarse a la ideología siempre reprensible de la cúpula de ’su’ organización, y a Fífth Estate, cuyas importantísimas contribuciones quedan tan a menudo eclipsadas por el liberalismo. Todas las causas mono temáticas -desde la ecología hasta el feminismo-, y todo el apoyo que logran atraer, son sólo maneras diversas de evadir la necesidad de una ruptura cualitativa con algo más
que solamente los excesos del sistema.
Lo ‘bueno’ como el enemigo perfecto del pensamiento táctico o analítico: “sea agradable, no permita que el tener ideas radicales le afecte en el terreno personal. Acepte los métodos y los límites ya envasados de la estrangulación diaria”. El respeto arraigado, el impulso condicionado a “jugar de acuerdo con las reglas” -las reglas de la autoridad-, ésta es la verdadera Quinta Columna, a que existe en nuestro interior.
En el contexto de una vida social maltratada que nos exige una respuesta drástica aunque sólo sea para conservar la salud, el buenismo resulta cada vez más infantil, conformista y peligroso. No puede procuramos alegría, sólo rutina y aislamiento. El placer de la autenticidad existe solamente en contra de los principios de la sociedad. El buenismo nos mantiene a todos en nuestro lugar, reproduciendo confusamente todo aquello que supuestamente aborrecemos. Dejemos de ser tan buenos con esta pesadilla y con todos los que nos atan a ella.
2 Tecnología
Tecnología n. Según la definición del diccionario Webster: ciencia industrial o aplicada. En otras palabras: el conjunto de división del trabajo/producción/industrialoización y su impacto sobre nosotros y sobre la naturaleza. La tecnología es la suma de las mediaciones entre nosotros y el mundo natural, y la suma de las separaciones que median entre cada uno de nosotros y el otro; toda la explotación y toxicidad necesaria para producir y reproducir el escenario de hiperalienación en el que languidecemos. Es la textura y la forma de la dominación en cualquier contexto de jerarquía y comercialización.
Aquellos que aún sostienen que la tecnología es “neutral”, “simplemente una herramienta”, probablemente no se han planteado todavía lo que está en juego. Jünger, Adorno y Horkheimer, Ellul y algunos otros autores se han dedicado a analizar el tópico. Hace treinta y cinco años, el respetado filósofo Jaspers escribía “La tecnología es sólo un medio, ni bueno ni malo en sí. Todo depende de lo que el hombre haga con ella, para qué propósito le sirva, bajo qué condiciones la utilice.” Esta fe tan superficial en la especialización y en el progreso técnico suena cada vez más ridícula. Marcuse entendió muchísimo mejor el problema en 1964, cuando sugirió que “el auténtico concepto de la razón técnica tal vez sea ideológico; no sólo la aplicación de la tecnología, la tecnología misma es dominación… control calculado y calculador, metódico, científico.” Hoy ya experimentamos ese control como una disminución constante de nuestro contacto con elmundo vivo, sumergidos en el vacío de la Era de la Información, acelerado gracias a la informática, envenenado por el imperialismo domesticador de la alta tecnología. La gente nunca fue tan infantil, ni dependía para todo de las máquinas; a medida que la Tierra se aproxima rápidamente a su extinción gracias a la tecnología, su reglamentación constante ahoga y estrecha nuestras almas. Ningún sentido de plenitud o libertad podrá renacer sin la desaparición de la división del trabajo en el corazón del progreso tecnológico. Este es el proyecto liberador en toda su magnitud.
Por supuesto, la literatura popular aún no refleja una reflexión crítica ante lo que supone la tecnología. Algunas obras celebran abiertamente la dirección que estamos tomando, como Máquinas que piensan, de Mc Corduck y ¿Están vivos los ordenadores?, de Simon, por mencionar dos de los peores. Otros libros aún más recientes ofrecen un punto de vista que por fin parece levantar el vuelo, desafiando a la propaganda pro-tecnológica de masas, pero caen estrepitosamente al llegar a las conclusiones. Murphy, Mickunas y Pilotta publicaron El reverso de la alta tecnología: Tecnología y deformación de las sensibilidades humanas, cuyo agresivo título contrasta totalmente con un final en el que se dice que la tecnología se humanizará tan pronto como cambien nuestras asunciones sobre ella El alto coste de la alta tecnología, de Siegel y Markoff; es bastante similar; después de varios capítulos detallando los variados frentes de debilitamiento tecnológico, de nuevo oímos que no es más que una cuestión de actitud: “Debemos, como sociedad, entender el impacto completo de la alta tecnología si hemos de configurarla como una herramienta que realce el confort humano, la libertad y la
paz.” El protagonismo de este tipo de análisis cobardes y tan poco honestos se debe -al menos en parte- al hecho de que los grandes grupos editoriales no desean publicar ideas fundamentalmente radicales.
Esta escapada hacia el idealismo no es una táctica de evasión nueva. Martin Heidegger, considerado por algunos el pensador más original y profundo de este siglo, imaginaba al individuo sólo como la materia prima para la expansión ilimitada de la tecnología industrial. Increíblemente, su solución encontraría en el movimiento nazi ese “encuentro esencial entre la tecnología global y el hombre moderno”. Tras la retórica del Nacional Socialismo, por desgracia, había sólo una aceleración de la técnica, incluso en la visión del genocidio como un problema de producción industrial. Para los nazis y para los crédulos, se trataba, una vez más, de una cuestión de entender la tecnología de forma ideal, en lugar de afrontar la realidad. En 1940, el Inspector General del Departamento de Carreteras alemán lo resumía así: “El hormigón y la piedra son cosas materiales. El hombre les da forma y espíritu. La tecnología Nacional Socialista consigue en todo logro material la satisfacción ideal”.
El extraño caso de Heidegger debería recordarnos que todas las buenas intenciones se pueden desviar gravemente sin una voluntad de afrontar la tecnología y su naturaleza sistemática como parte de una realidad social práctica. Heidegger temía a las consecuencias políticas de un análisis verdaderamente crítico de la tecnología; su teorizar apolítico tomó parte así en el acontecimiento más monstruoso de la modernidad, dejando sus intenciones a un lado.
Earth First! propone anteponer la naturaleza a todas las ‘políticas’ insignificantes. Pero bien podría ser que a la arrogancia machista de Dave Foreman (y de los teóricos de la “ecología profunda” que también nos advierten contra los radicalismos) le suceda un acobardamiento como el de Heidegger, posiblemente con consecuencias similares.
3 Cultura
Cultura n. Normalmente descrita como la suma de costumbres, ideas, artes, patrones, etc. de determinada sociedad. A menudo se da como sinónimo de civilización, recordándonos que el cultivo -como en la domesticación- forma también parte de ella. En 1960, los situacionistas decían que “la cultura se puede definir como un conjunto de medios por los cuales la sociedad piensa sobre si misma y se muestra a si misma “. Barthes comentaba, más certero aún, que es “una mdquina para mostrar deseos. Para desear; siempre para desear; pero nunca para entender”
Aparentemente, la cultura era más respetada hace algún tiempo, era algo en lo que había que ‘estar al día’. Ahora, en lugar de preocuparnos por cómo le fallamos a la cultura, denunciamos cómo la cultura nos ha fallado. Definitivamente hay algo en el trabajo que nos frustra, que no nos satisface, y esto se hace más evidente a medida que afrontamos, a nivel global y en nuestro interior, la muerte de la naturaleza. La cultura, como lo opuesto a la naturaleza, crece discordante, se pudre, se desvanece a medida que nos asfixiamos en el aire cada vez más contaminado de la actividad simbólica. Alta cultura o underground, palacio o chabola, se trata de la misma prisión de la conciencia; lo simbólico como lo represivo.
Es inseparable del nacimiento, una extensión de la alienación, y sobrevive, como siempre, como una compensación, un canje de lo real por su objetivización. La cultura representa la ruptura entre el todo y sus partes, que van siendo progresivamente dominadas. El tiempo, el lenguaje, la numeración, el arte… imposiciones culturales que han llegado a dominarnos a todos, con nuestra vidas dedicadas a ellas por completo.
Las revistas y los periódicos aparecen hoy día repletas de artículos que lamentan la epidemia de analfabetismo cultural y de amnesia histórica, dos hechos que reflejan una molestia básica en la sociedad. En nuestra época postmoderna las actitudes más frecuentes son la indiferencia y el asco, mientras aumentan el consumo de drogas duras, el suicidio y la discapacidad emocional. Hace un año viajé de Berkeley a Oregón con una estudiante de último curso de la Universidad de California. Durante el trayecto, después de hablar de los años sesenta, entre otras cosas, le pedí que describiera a su generación. Hablaba desus compañeros en términos de sexo sin amor, incremento del uso de la heroína y “un sentimiento de desesperación enmascarado por el consumismo”.
Mientras tanto, continúa el rechazo masivo. En una colección reciente de ensayos sobre la cultura, D. J. Enright ofrece el sabio consejo de que “cuanto más normalmente se aireen el sufrimiento personal y el descontento, más firmemente arraigarán estas desgracias en nosotros”. Regresión deliberada, de Robert Harbison, es otro libro que despliega una completa ignorancia respecto al vacío fundamental de la cultura: “resulta difícil entender por qué el entusiasmo por lo primitivo y la idea de que la salvación está en desaprender llegaron a estar tan presentes en casi todos los campos del pensamiento”.
Ciertamente las ruinas están ahí, a la vista de todos. Desde un arte exhausto en forma de batibutrillo de postmodernismo reciclado, hasta los tecnócratas postestructuralistas como Lyotard, que describen los bancos de datos como “la enciclopedia del mañana… la ‘naturaleza’ para el hombre postmoderno”, incluyendo formas de ‘oposición’ tan absolutamente inútiles como la ‘micropolítica’ y la ‘esquizopolítica’, poco queda en pie, salvo los síntomas obvios de la fragmentación general y de la desesperación. Peter Sloterdijk (Crítica de la razón cínica) apunta que el cinismo es la actitud constante, cardinal, la mejor que hasta ahora nos ofrece el rechazo.
Pero el mito de la cultura se las arreglará para sobrevivir mientras nuestro sufrimiento, en constante crecimiento, no nos obligue a cuestionarlo, y así el cinismo perdurará mientras permitamos que la cultura ocupe el lugar de la vida no mediada.

4 Salvaje
Salvaje adj. Que existe en un estado natural, como los animales y plantas que viven libremente; que ha regresado al estado natural desde la domesticación.
Habitamos un paisaje de ausencia donde la vida real está siendo sistemáticamente eliminada por el trabajo degradado, el ciclo vacío del consumismo y la vacuidad mediatizada de la dependencia de la alta tecnología. Hoy ya no se trata solamente del estereotipo del yuppie adicto al trabajo que intenta engañar su desesperación por medio de la actividad, prefiriendo no contemplar un destino no menos estéril que el del planeta y la subjetividad {domesticada} en general. Nos
hallamos frente a las ruinas de la naturaleza, frente a la ruina de nuestra propia naturaleza, un inmenso acantilado construido con un montón de mentiras, de sinsentidos y de falsedades. Todavía es pan y circo para la inmensa mayoría, mientras una pobreza más absoluta que la pobreza financiera deja aún más desolada la Zona Muerta universal de la civilización. ¿’Potenciados’ por la computerización? Infantilizados, más bien. ¿Una Era de la Información caracterizada por una comunicación en aumento? No, para ello necesitaríamos una experiencia que valiera la pena comunicar. ¿Una época de respeto sin precedentes hacia el individuo? Traducción: la esclavitud del sueldo necesita de la estrategia de la autonomía del trabajador hasta un grado en que la producción pueda conjurar la crisis continua de la productividad, los estudios de mercado deben acertar en el blanco de cada ‘estilo de vida’ , en vistas a la supervivencia de la cultura del consumidor.
En esta sociedad patas arriba, la solución que se propone para la alienación masiva y el uso inducido de drogas es una cortina mediática, con resultados tan vergonzosos como los cientos de millones gastados inútilmente contra el aumento de la abstención electoral. Mientras tanto, la televisión, voz y alma del mundo moderno, sueña en vano con detener el incremento del analfabetismo y lo que queda de salud emocional por medio de anuncios de treinta segundos o menos. En una cultura industrializada de depresión, aislamiento y cinismo irreversibles, el espíritu será el primero en morir, y su epitafio será la muerte del planeta. Así será, a menos que acabemos con este orden corruptor, con todas sus categorías y sus dinámicas.
Mientras tanto, prosigue el desfile de oposiciones parciales (y por tanto falsas) por sus caminos habituales. Los Verdes y similares intentan prolongar la vida del tinglado electoral, justificándose en la falacia de que es válido que una persona pueda representar a otra; estos tipos podrían llegar sencillamente a perpertuar un ‘nuevo espacio para la protesta’, en lugar de aspirar a cambios radicales. El ‘movimiento’ pacifista exhibe, en cada uno de sus gestos (uniformemente patéticos) que es el mejor amigo de la autoridad, la propiedad y la pasividad. Bastará con una ilustración: en mayo de 1989, en el vigésimo aniversario de la batalla del Parque de Berkeley, mil personas se amotinaron admirablemente, saquearon veintiocho negocios e hirieron a quince policías; Julia Talley, portavoz de los pacifistas-sumisos, declaró: “Motines como éste no serán nunca acogidos en el seno del movimiento pacifista”. Lo que me recuerda a los estudiantes mal aconsejados que en la Plaza de Tiananmen, después de que comenzara la masacre del 3 de junio, trataron de convencer a los trabajadores para que no lucharan contra las tropas del gobierno. y otra realidad: la universidad es la primera fuente de esa lenta estrangulación llamada reforma, del rechazo a una ruptura cualitativa con la degradación. Earth First! reconoce que el problema central es la domesticación (p. e. Que la agricultura en sí es maligna), pero muchos de sus activistas no pueden imaginarse que nuestra especie pueda volverse salvaje. Los ambientalistas radicales saben muy bien que la reconversión de los bosques nacionales en granjas arborícolas forma parte de un proyecto general que tarde o temprano exigirá su eliminación. Pero deberían buscar lo salvaje en todas partes, no sólo en la naturaleza salvaje’ vista como reserva aislada del mundo.
Freud sabía que no hay civilización sin una obligatoria renuncia a los instintos, sin una coerción monumental. Pero la civilización se justifica porque las masas son “perezosas y no inteligentes”, razonaba. Este modelo o fórmula se nutría de la idea de que la vida precivilizada estaba plagada de brutalidad y privaciones, una idea que, sorprendentemente, ha cambiado por completo en los últimos veinte años. En otras palabras, antes de la agricultura la humanidad vivía en un estado de gracia, facilidad y comuni6n con la naturaleza que difícil, mente podríamos imaginar hoy.
El panorama de la autenticidad surge a partir nada menos que de una disoluci6n completa de la estructura represora de la civilización, que Freud describía como “algo que una minoría impuso a una mayoría que se resistía, porque entendió cómo obtener la posesión de los medios de poder y coerción”. Podemos continuar pasivamente por el camino de la domesticación y la destrucci6n absolutas, o bien podemos girar en direcci6n a una revuelta optimista, apasionada y salvaje, que aspira a bailar sobre las ruinas de los relojes, los ordenadores y esa degradación de la imaginaci6n y de la voluntad llamada trabajo. ¿Acaso podemos justificar nuestras vidas con algo menos que esta política de rabia y sueños?

5 División del trabajo
División del trabajo n. 1. La división en tareas especificas y circunscritas para obtener la máxima eficiencia de resultados que caracteriza a la fabricación; aspecto cardinal de la producción. 2. La fragmentación o reducción de la actividad humana en tareas separadas, origen de la alienación; la especialización básica que hace que la civilización aparezca y se desarrolle.
La relativa plenitud de la vida precivilizada se articulaba sobre todo en la ausencia de una separación restrictiva que confinara a la gente en roles y funciones diferenciadas. La división del trabajo ahoga nuestra experiencia, es el cimiento de nuestra impotencia ante el reino de los expertos, que tan agudamente sentimos hoy. No es casualidad que los ideólogos clave de la civilización hayan puesto todo su empeño en justificarla. En La República de Platón, por ejemplo, se nos dice que el origen del estado reside en esa desigualdad ‘natural’ de la humanidad que supone la división del trabajo. Durkheim celebraba un mundo fraccionado y desigual, descubriendo que la piedra de toque de la ’solidaridad humana’, su valor esencial, es… adivinen cuál. Antes que él, hacia el año 1600, según Franz Borkenau, se produjo un gran incremento de la división del trabajo que originó la categoría abstracta de trabajo, que a su vez posibilita la aparición de la noción cartesiana, completamente moderna, de que nuestra existencia física es solamente un producto de nuestra conciencia (abstracta).
Adam Smith, en la primera frase de La riqueza de las naciones (1776), describió la esencia de la industrialización al asegurar que la división del trabajo representa un incremento cualitativo de la productividad. Veinte años después, Schiller reconocía que la división del trabajo favorecía el desarrollo de una sociedad donde sus miembros eran incapaces de desarrollar su humanidad. Marx observó ambos aspectos: “como resultado de la división del trabajo”, el trabajador “es reducido a la condición de una máquina”. Pero resultó decisivo el
culto de Marx a una producción plena, como medio para obtener la liberación humana; consideraba el empobrecimiento de la humanidad como un mal necesario en el trayecto del desarrollo del capital.
El marxismo no puede eludir la impronta determinante de esta decisión a favor de la división del trabajo; de hecho sus principales voces reflejan esta idea. Lukacs, por ejemplo, prefirió ignorarla, llegando sólo a denunciar los “efectos cosificadores de la forma de producto dominante” en su atención al problema de la conciencia del proletariado. E. P. Thompson advirtió que con el sistema implantado en las fábricas, “el personaje-estructura del rebelde trabajador preindustrial o artesano fue violentamente sustituido por el del trabajador individual sumiso”. Pero, sorprendentemente, dedicó escasa atención a la división del trabajo, el principal mecanismo para conseguir esta transformación. Marcuse intentó conceptualizar una civilización sin represión, aunque demostró sobradamente la incompatibilidad de ambas. En una concesión a la ‘naturalidad’ inherente a la división del trabajo, afirmó que “el ejercicio racional de la autoridad” y “el avance del conjunto” dependen de ella, aunque algunas páginas después (en Eros y civilización) reconocía que “el trabajo que uno desempeña llega a ser más alienante cuanto más especializada sea la división del trabajo”.
Ellul comprendió cómo “el filo de la especialización del trabajo ha pasado como una cuchilla a través de la carne viva”, cómo la división del trabajo acarrea ignorancia y un “universo cerrado” que aparta al sujeto de los demás y de la naturaleza. Horkheimer resumía este debilitamiento de un modo similar: “así, para lograr toda su actividad, los individuos se vuelven más pasivos; para obtener todo su poder sobre la naturaleza, se vuelven más impotentes respecto a la sociedad ya sí mismos”. En la misma línea, Foucault destacaba la productividad como la principal represión contemporánea.
Pero el pensamiento marxista reciente sigue inmerso en la trampa de tener que sostener finalmente la división del trabajo en beneficio del progreso tecnológico. Trabajo y monopolio capital, de Braverman, un libro excelente en muchos sentidos, explora la degradación del trabajo, pero lo entiende principalmente como un problema de pérdida de “la voluntad y la ambición por arrebatar el control , de la producción de las manos del capitalismo”. Y Consecuencias psicosociales del trabajo natural y del alienado, de Schabbe, está orientado a eliminar toda dominación en la producción, proyectando una autogestión de la misma. La razón de que ignore la división del trabajo, obviamente, es que se trata de algo inherente a la producción; no encuentra contradictorio hablar de liberación y de producción en el mismo texto.
La tendencia de la división del trabajo ha sido siempre buscar peones intercambiables para trabajos forzados dentro de un aparato autónomo expansivo impermeable al deseo. La esclavitud a la tecnología, es decir, la división del trabajo, es el barbarismo de los tiempos modernos. “La especialización”, escribía Giedion, “avanza sin descanso”, y hoy más que nunca podemos ver y sentir el mundo estéril carente de erotismo al que nos ha conducido. Robinson Jeffers concluía “no creo que por la civilización industrial valga la pena distorsionar la naturaleza humana, ni la mezquindad ni la pérdida de contacto con la Tierra que implica”.
Mientras tanto, los perseverantes mitos de la “neutralidad” y de la “inevitabilidad” del desarrollo tecnológico son cruciales para sujetar a todos al yugo de la división del trabajo. Los que se oponen a la dominación a la vez que defienden su núcleo principal perpetúan nuestra cautividad. Considérese a Guattari, ese postestructuralista radical que piensa que el deseo y los sueños son bastante posibles “incluso en una sociedad con una industria altamente desarrollada y con servicios de información pública altamente desarrollados”. Nuestro francés oponente a la alienación se mofa de los ingenuos que detectan la “perversión esencial de las sociedades industriales”, pero nos aconseja “cuestionarse la actitud totalitaria de los especialistas”. No la existencia de los especialistas, solamente su “actitud”.
A la pregunta” ¿Cuánta división del trabajo deberíamos tirar por la borda?”, la respuesta más lógica, en mi opinión, es “¿Cuánta plenitud queremos para nosotros y para el planeta?”
6 Progreso
Progreso n. l.[arcaico] Viaje oficial, como el de un gobernante. 2. Desarrollo histórico, en el sentido de avance o mejora. 3. Curso hacia delante de la historia o la civilización, como en una película de terror o en un viaje a la muerte.
Quizá nunca haya existido una idea tan importante para la civilización occidental como la noción de progreso. También es cierto, como dijo Robert Nisbet, que “actualmente todo indica que la fe de Occidente en el dogma del progreso está menguando rápidamente a todos los niveles y planos en este tramo final del siglo XX”.
También en el entorno antiautoritario corren malos tiempos para el progreso. Hubo un tiempo en que los cabecillas sindicales, al igual que hacían sus parientes cercanos los marxistas, podían arengar con más o menos éxito a aquellos que no estaban interesados en organizar su alienación mediante uniones sindicales, asambleas y similares, tachándoles de marginales e insignificantes. En lugar del antiguo respeto a la productividad y la producción (los pilares del progreso), hoy se impone una fórmula ludita en las fábricas, y el antitrabajo es el punto de arranque del diálogo radical. Vemos incluso a viejos leopardos intentando cambiar de piel: los Trabajadores Industriales del Mundo, avergonzándose de la segunda palabra de su nombre, se mueven hacia delante rechazando la primera (no como una organización, por supuesto).
La eco-crisis representa un claro factor en descrédito del progreso, pero lo más desconcertante es el hecho de que un dogma de fe como éste haya permanecido incuestionado durante tanto tiempo. Porque, después de todo, ¿qué ha significado el progreso?
Su amenaza comenzó a manifestarse desde el mismo principio de la historia. Con el nacimiento de la agricultura comenzó, por ejemplo, la destrucción progresiva de la naturaleza; vastas regiones de Oriente Próximo, África y Grecia se vieron reducidas rápidamente a tierras desérticas, quedando abandonadas por improductivas.
En cuanto a la violencia, la transformación desde la vida principalmente pacífica e igualitaria del cazador-recolector hasta la violencia propia de la agricultura/civilización fue veloz. “La venganza, los feudos, las revueltas, las guerras y batallas parecen nacer entre los pueblos domesticados y ser típicos de ellos”, según Peter Wilson. y lo cierto es, no hace falta explicarlo, que la violencia ha progresado a través de los siglos, desde las armas estatales de destrucción masiva hasta el reciente incremento de los asesinos en serie.
La enfermedad propiamente dicha se encuentra muy asociada a la invención de la vida civilizada; cada enfermedad degenerativa conocida forma parte de la factura por la mejora histórica. Desde la plenitud y la vitalidad sensual propias de la prehistoria, al panorama actual de enfermedades endémicas y sufrimiento psíquico generalizado; más progreso.
La Era de la Información que vivimos es la cúspide del progreso, que representa una progresión en la división del trabajo, a partir de un tiempo anterior de mucha mayor capacidad de entendimiento sin mediación, pasando por el estado donde el conocimiento se convirtió en un simple instrumento de la totalidad represiva, hasta la actual era cibernética, donde lo único que queda son datos. El progreso se ha encargado de que el significado mismo eche a volar.
La ciencia, paradigma del progreso, ha aprisionado e interrogado a la naturaleza, mientras que la tecnología la ha sentenciado (también a la humanidad) a trabajos forzados. Desde la división original el yo que supone la civilización, pasando por la separación cartesiana entre la mente y el resto de objetos (incluido el cuerpo), hasta nuestro árido presente de alta tecnología. Hace dos siglos, los primeros inventores de la maquinaria industrial recibían los escupitajos de los trabajadores textiles ingleses sujetos a ella, y todos les consideraban unos villanos excepto sus patrocinadores capitalistas. Los diseñadores de la esclavitud informatizada de hoy día son aclamados como héroes culturales, aunque se empieza a organizar cierta oposición.
A falta de una resistencia fuerte, la lógica interna del desarrollo de la sociedad de clases culminará, en su último estadio, en una vida totalmente tecnificada. La relación entre el progreso de la sociedad y el de la tecnología es cada vez más convergente. Walter Benjamin, en su última y mejor obra, Tésis sobre filosofía de la historia, lo expresa de un modo lírico:
“Una pintura de Klee titulada Angelus Novus muestra a un ángel que parece alejarse de algo que contempla fijamente. Sus ojos miran con atención, tiene la boca abierta y las alas extendidas. Así se imagina uno al ángel de la historia. Su cara está vuelta hacia el pasado. Allí donde percibimos una cadena de acontecimientos, él contempla una simple catástrofe que sigue acumulando ruinas sobre ruinas y las arroja a sus pies. Al ángel le gustaría quedarse, despertar a los muertos y recomponer lo que ha sido triturado. Pero sopla una tormenta desde el Paraíso; se ha cogido a sus alas con tal violencia que el ángel ya no puede cerrarlas nunca más. Esta tormenta le impulsa irresistiblemente hacia el futuro, al cual vuelve la espalda, mientras la pila de escombros que se encuentra ante él crece hacia el cielo. Esta tormenta es lo que llamamos progreso”.
7 Inteligencia artificial, vida artificial
Aunque algo ralentizada en la pasada década, la carrera de la Inteligencia Artificial avanza a ritmo vertiginoso. El desarrollo completo de la Inteligencia Artificial marcaría un cambio cualitativo en las acciones, la cultura y la auto percepción de la raza humana; muestra de ello es el tiempo que hace que se inició esta búsqueda.
Hace diez afios Marvin Minsky describió el cerebro como un I ordenador de carne de tres libras de peso, una definición secundada por otros teóricos de la Inteligencia Artificial, como los Churchills. El ordenador sirve como metáfora constante de la mente o del cerebro humano, hasta tal punto que solemos vemos reflejados como máquinas que piensan. Obsérvese la cantidad de términos mecánicos que se han infiltrado en el vocabulario común del conocimiento humano.
La metáfora del ordenador, que entiende la mente como una máquina procesadora de información y manipuladora de símbolos, ha determinado la aparición de una psicología que busca en las máquinas sus conceptos fundamentales. La psicología cognitiva se asienta en la orientación matemática o teoría de la información y en la ciencia de los ordenadores. De hecho, el campo de la Inteligencia Artificial está ahora directamente relacionado con el de la psicología cognitiva y con la psicología de la mente. El modelo informático abarca desde las disciplinas académicas hasta el uso cotidiano.
En 1981 Aaron Sloman y Monica Croucher escribían Porqué tendrán emociones los robots, y el Psychology Today de diciembre de 1983 dedicaba un artículo a la Máquina sentimental, un tributo claro a las promesas de la Inteligencia Artificial. En el Scientific American de enero de 1990, John Searle preguntaba, ¿Es la mente un programa informático en el cerebro?, mientras Patricia Smith Churchill y Paul Churchill insisten en el tópico ¿Pueden pensar las máquinas? Las tentadoras respuestas son, a mi entender, menos importantes que la profusión de tales preguntas.
Hace treinta años Adorno ya estudió la minimización y la deformación contemporáneas del individuo a manos de la alta tecnología, y su impacto sobre el pensamiento crítico. “El ordenador, al que el pensamiento quiere hacer su propio igual, ya que su mayor gloria sería autoeliminarse, es una declaración de insolvencia de la conciencia”. Ya en 1950 Atan Turing predijo que en el año 2000 “el uso de las palabras y la opinión general se habrán alterado tanto que uno será capaz de hablar de máquinas que piensan sin miedo a incurrir en una contradicción”. Su pronóstico no se refería, claro está, al estado de las máquinas, sino a un futuro ethos dominante. El crecimiento de la alineación supone una metamorfosis que afecta al sujeto entero, y que en última instancia incluye una redefinición de lo que significa ser humano. Tal vez lleguen a reconocerse incluso las ‘emociones’ de los ordenadores y se confundan con lo que quede de las sensibilidades humanas.
Por otro lado, las simulaciones de ordenador del físico Steven Wolfram reproducen supuestamente los procesos físicos que ocurren libremente, llegando a la discutible conclusión de que la propia naturaleza es un enorme ordenador. En un plano más tangible, más espeluznante incluso, vemos los intentos por crear vida sintética mediante simulación por ordenador, cuyos avances acapararon la atención de la Segunda Conferencia de Vida Artificial de Santa Fe en febrero de 1990. El significado de estar vivo también está sufriendo una redefinición cultural.
Otra iniciativa sorprendente es el Proyecto Genoma Humano de los Institutos Nacionales de la Salud, un esfuerzo del gobierno estimado en tres billones de dólares cuyo objetivo es descifrar la secuencia genética que codifica el crecimiento humano. El Proyecto Genoma es otro ejemplo del modelo deshumanizador que nos rodea: un premio Nobel ha afirmado que si llegamos a conocer la secuencia completa sabremos lo que los seres humanos son realmente. Súmense a este reduccionismo los caminos que abre el proyecto para la ingeniería genética.
En Forbes del 5 febrero de 1990 David Churchbuck escribía su artículo “El último juego de ordenador: ¿Por qué conformarse con la realidad si puedes vivir en un sueño más seguro, más barato y más fácil de manipular? Los ordenadores harán posible ese mundo muy pronto”. Su largo título anuncia la llegada de los juegos del ‘ciberespacio’ que simulan entornos completos, nada que ver con los video- juegos.
Una buena prueba de la creciente pasividad y del aislamiento en un mundo cada vez más vacío y artificial. Aquellos que aún perciben la ‘tecnología como algo neutral’, como una simple herramienta que existe al margen de los valores dominantes y del sistema social, son culpables de ceguera frente a la voluntad aniquiladora de nuestra cultura en su viaje hacia la muerte.

8 Comunidad
Comunidad n. 1. Grupo de gente con intereses comunes. 2. [Ecol.] Agrupación de organismos con relaciones mutuas. 3. Un concepto al que se recurre para establecer la solidaridad; a menudo cuando se echan en falta las bases de tal afiliación o cuando su contenido real contradice el objetivo político propuesto de solidaridad.
Comunidad, que parece indicar algo más que, digamos, vecindad, es un término muy escurridizo, aunque se utilice a menudo en valoraciones críticas y radicales. En realidad, elementos de todo tipo recurren a él, desde las acampadas pacifistas cerca de los lugares de pruebas nucleares, a los izquierdistas ‘al servicio del pueblo’ o al estilo de los asentamientos colonos Mrikaneer protofascistas. Se invoca para una gran variedad de propósitos y objetivos, pero como noción liberadora no es más que una ficción.
Todos sentimos la ausencia de comunidad, porque en realidad el compañerismo humano debe combatir, para poder existir siquiera remotamente, contra lo que significa realmente la ‘comunidad’. La familia nuclear, la religión, la nacionalidad, el trabajo, la escuela, la propiedad, la especialización de los roles… toda comunidad superviviente desde la imposición de la civilización parece estar compuesta por alguna combinación de éstos términos. De modo que se trata de una ilusión, y argumentar que pueda existir alguna forma cualitativamente superior de comunidad dentro de la civilización equivale a reafirmar la civilización. La aceptación de esta falacia extiende la mentira de que lo auténticamente social puede coexistir con la domesticación.
Fifth Estate, por ejemplo, contradice su crítica (parcial) a la civilización al defender la comunidad, y se ata a ella en el resto de sus ideas. A veces parece que algunas películas de Hollywood (La selva esmeralda, Bailando con lobos) superan a nuestros periódicos antiautoritarios al mostrar que una solidaridad libertaria surge a partir de la no-civilización y su combate contra la ‘comunidad’ de la modernidad industrial.
El rechazo a la comunidad se podría tildar de aislamiento autoderrotista, pero siempre será preferible y más saludable que declarar nuestra lealtad a la construcción diaria de un mundo progresivamente autodestructivo. La alienación magnificada no es una condición que elegimos los que defendemos 10 verdaderamente social frente a lo falsamente comunitario.
La defensa de la comunidad es un gesto conservador que vuelve la espalda a la necesaria ruptura radical. ¿Por qué defender aquello que nos tiene como rehenes?
En verdad, no existe la comunidad. Sólo si abandonamos lo que se hace pasar por tal podremos plantearnos rescatar formas de comunión y conexión reales en un mundo que no se parezca en nada a éste. Solamente una ‘comunidad’ en negativo, basada explícitamente en el desprecio por las categorías de la comunidad actual, es legitima y apropiada para nuestros propósitos.
9 Sociedad
Sociedad n. del latín socius, compañero. 1. Congregación organizada de individuos y grupos interrelacionados. 2. Aparato totalizador que avanza a expensas del individuo, la naturaleza y la solidaridad humana.
La sociedad está impulsada en todas partes por la rutina del trabajo y el consumo. Este movimiento ciego y sordo, tan ajeno al estado de compañerismo, va acompañado de agonía y desencanto. ‘Tener más’ no puede ser una compensación al hecho de ’ser menos’, como prueba el aumento de las adicciones a las drogas, al trabajo, al ejercicio, al sexo, etc. Se puede abusar y se abusa de casi cualquier cosa en busca de la satisfacción, en una sociedad que se caracteriza precisamente por negar la satisfacción. Pero tal exceso al menos evidencia un ansia de plenitud, es decir, una inmensa insatisfacción con lo que tenemos ante nosotros.
Los charlatanes suministran evasiones de todo tipo, por ejemplo, panaceas Nueva Era, misticismo materialista a gran escala: enfermizo y autoabsorto, aparentemente incapaz de analizar ningún aspecto de la realidad con valor y sinceridad. Para los practicantes de la Nueva Era, la psicología no debe contener ideología y la sociedad resulta irrelevante.
Mientras tanto, Bush, reconociendo la existencia de unas “generaciones nacidas en el letargo de la desesperación”, se comportó de un modo repugnante al culpar a los victimizados citando su “vacío moral”. El grado de miseria espiritual que hemos alcanzado se refleja I claramente en el Informe Federal de los alumnos de enseñanza secundaria llevado a cabo en 1991, que decía que el veintisiete por ciento había pensado seriamente en suicidarse durante el año anterior.
Quizás la preocupación por lo social, dado el crecimiento de los niveles de alienación (depresión en masa, rechazo a la alfabetización, ascenso de los desórdenes psíquicos) pudiera estar manifestándose por fin a nivel político. Fenómenos como la subida continua de la abstención en el voto y la profunda desconfianza hacia el gobierno llevaron a la Fundación Kettering a anunciar en junio de 1991 que “la legitimidad de nuestras instituciones políticas es más frágil de lo que imaginan nuestros líderes”, tras elaborar un estudio en tres estados donde se apreciaba “un peligroso divorcio entre los gobernantes y los gobernados”.
La esperanza en un mundo y una vida sin mutilar se topa con un hecho escalofriante: bajo la fe en el progreso de la sociedad moderna subyace la insaciable necesidad del capital de crecimiento y expansión. El colapso del capitalismo de estado en la Europa del Este y en la URSS deja el liderazgo en solitario a la variedad ‘triunfante’ del mismo, enfrentada ahora a contradicciones mucho más serias que las que supuestamente venció en su pseudolucha contra el ’socialismo’. Desde luego, la industrialización soviética no era cualitativamente diferente de cualquier otra variante del capitalismo, y, aún más importante, ningún sistema de producción (con dosis más o menos iguales de división del trabajo, dominación de la naturaleza y esclavitud del tipo ‘trabaja y paga’) puede garantizar la felicidad humana o la supervivencia ecológica.
Ahora mismo podemos vislumbrar a medio plazo el mundo como una tumba tóxica, sin ozono. Si hubo un tiempo en que la gente veía la tecnología como una promesa, ahora sabemos con certeza que nos matará. La computerización, con su tedio coagulado y sus venenos disimulados, marca una nueva trayectoria de la sociedad, estructurada elegantemente lejos de la existencia sensual, que encuentra su apoteosis actual en la realidad virtual.
El escapismo de la realidad virtual no es el mayor problema, ¿quién de entre nosotros podría seguir adelante sin escapes? No es tanto una diversión de la conciencia como una conciencia en sí de extrañamiento total respecto al mundo natural. La realidad virtual refleja una patología profunda que recuerda a los lienzos barrocos de Rubens, que muestran caballeros con armadura rodeados de mujeres desnudas, pero separados de ellas. Aquí los ‘tecno-yonquis’ alternativos de Whole Earth Review, promotores pioneros de la realidad virtual, muestran su verdadero pelaje. Un fetichismo por las ‘herramientas’, y una falta total de interés por criticar la dirección de la sociedad, dirigida a la glorificación del paraíso artificial de la realidad virtual.
El vacío consumista de la simulación y la manipulación de la alta tecnología debe su crecimiento a dos tendencias sociales en alza la especialización del trabajo y el aislamiento de los individuos. En este contexto surge el aspecto más aterrador del mal: normalmente lo lleva a cabo gente que no es particularmente mala. La sociedad, que de ningún modo soportaría una inspección consciente, está estructurada precisamente para evitar esa misma revisión.
Las ideas dominantes, opresivas, no saturan al total de la sociedad; antes bien, su éxito está asegurado por la naturaleza fragmentada de la oposición a la que se enfrentan. Lo que más teme la sociedad son precisamente las mentiras sobre las que sospechamos que está construida.
Adorno comentó en los sesenta que a medida que pasan los años esta sociedad atrapa y discapacita con más fuerza. Predijo que las discusiones acerca de las causas de los problemas sociales ya no tendrían sentido: la sociedad misma es la causa. La lucha por una sociedad del cara a cara (si aún se pudiera llamar así) dentro del mundo natural, debe sustentarse en un entendimiento de la sociedad actual como una marcha fúnebre monolítica y global.




 Mi definicion de nihilismo en el siglo 21


- Se le tendrá que buscar otro nombre a la edad contemporánea empezada a finales del siglo 18 porque ya ha acabado, entre el 1944 y el 1948 con el fin de la guerra mundial y los primeros ordenadores. nos encontramos en otra era, la edad del consumismo, de la globalizacion y el nuevo capitalismo, de la ciencia, del ateísmo, de la informática y de la mentira en los medios.
No se puede hacer un perfil exacto con todas las características de ese perfil porque cada persona tiene sus habilidades y virtudes distintas, no existe ningún individuo que cumpla al 100% el perfil de cualquiera de las 5 siguientes "personalidades". Por ejemplo Schopenhauer fue realista pero pesimista, eso no lo pone en ninguna de las categorías que expongo. Todos se sitúan entre 2 o 3 de ellas, por ejemplo el 80% de la humanidad se sitúa en el punto rojo. Pero el hecho de situarse en los puntos rojos, verdes o azules nunca tiene que ver con la inteligencia, la bondad o la simpatía del individuo. Son solamente formas de pensar diferentes. El hecho de ser nihilista positivo o realista no tiene porque ser algo bien visto o mal visto, puede serlo desde un artista o filosofo hasta un yonki en un barrio marginal.

- Nihilismo primitivo/materialista: Personas todavía jóvenes a los que la sociedad aun les esta educando, se consideran ateos, sus valores morales están por definir y apenas se conocen a si mismos, a partir de  ahí pueden seguir 3 vertientes. La primera consta de una adaptación al 100% necesitando de grupos, ya sean políticos, religiosos, o de cualquier tipo para poder vivir, luego esta el nihilismo pasivo y por ultimo el nihilismo positivo.

- Nihilismo pasivo: Conformista, derrotista, indiferente aunque se preocupa por la gente de su alrededor, es parecido a un 100% adaptado pero no depende tanto de grupos, sus valores son mas individuales y propios que colectivos. Puede haber perdido gran parte de esperanza y se deja llevar por lo que dicta la sociedad aunque no este de acuerdo con muchas cosas de ella. El nihilista pasivo no sabe que el es un nihilista. No suele buscar respuestas, con lo que se quedaria para siempre entre donde esta y el primitivo/materialista o 100% adaptado.

- Nihilismo positivo: Incredulo, creativo, optimista, independiente. No cree en ningún tipo de gobierno ni nación ni religion ni superstición tradicional ni ideología de genero y a diferencia del nihilista pasivo (que tampoco cree al 100% en eso), el positivo intentara buscar respuestas/soluciones aunque no sirvan de nada. Tiene su punto hedonista aunque no materialista. Los hechos que viva durante un cierto periodo de tiempo le pueden hacer perder el sentido a la vida refugiándose en una cueva y convertirse en nihilista negativo o puede llegar a poder convivir con el mundo siendo un nihilista realista, es de hecho un nihilista realista poco hecho.

- Nihilismo negativo/activo: Irresponsable, negligente, no se auto-censura, disfruta de todos los placeres que puede. Pretende afectar a una sensibilidad que piensa que ha perdido y para ello se auto-destruye o auto-lesiona, se busca desesperadamente a sí mismo como si hoy fuese su último día porque no puede soportar más el vacío existencial que le corroe. Si no encuentra soluciones tal vez se plantee el suicidio de forma seria. Puede llegar a ser auto-destructivo y usar la violencia en contra del sistema esablecido al que rechaza pero esto ultimo no tiene porque pasar, todo depende de sus valores éticos.

- Nihilismo realista: Resultado final del nihilismo positivo o positivo/pasivo conseguido a base de experiencia. Es la verdadera definición del nihilismo y tiene como base el nihilismo Ruso de mediados del siglo 19. No se somete ante ninguna autoridad y no acepta ningún principio basado en la fe, no cree en nada que no haya sido analizado, comprobado y estudiado, no solo no cree en ningún tipo de grupo sino que no tiene ídolos o héroes. Cree que cada hombre es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros y por eso debe existir por sí mismo y para sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros. Tiene sus propios valores morales y éticos pero eso no quiere decir que no sea justo, honesto y civilizado.
Rechaza la idea de que el ser humano es bueno por naturaleza y así cualquier tipo de anarquismo. Busca la raíz del problema en vez de utilizar manifestaciones o boicots absurdos, no puede asociarse con organizaciones o cualquier tipo de grupo porque así pierde libertad individual. No es naturista ni esta en contra de la tecnología pero es como si quisiera borrar o haya borrado todo lo que ha aprendido hasta ahora, como si fuera un recién nacido pero con conocimiento y experiencia selectiva.
Efecto parecido al pensamiento lo que seria el Nirvana para el Budismo. 100% libre de todo, incluyendo los mitos de la fe o la esperanza (no en el sentido pesimista, sino en el realista). Comparte con el budismo que no necesita fe o esperanza, pero rechaza y denuncia la teleologìa budista que cree en el destino (escrito?), posible justicia divina o el dicho de "das de lo que recibes".



* Cualquier definición puede ser cambiada a lo largo del tiempo, es todo una conclusión propia que no tiene porque ser verdadera.
No hay que tomar al pie de la letra cada parte del texto ya que tiene muchas contradicciones, es importante remarcar que no hay que confundir estilo de vida con forma de pensar.

19/3/10

El feminismo radical ya tiene en España su Estado-macho

Entrevista hecha por Victor Amela en "la contra" de La Vanguardia a Diego de los Santos, autor del ensayo ´El régimen feminista en España'


¿Qué entiende por "feminismo radical"?
El feminismo clásico luchó por la igualdad de derechos para hombres y mujeres, y la llevaron a la Constitución.

¿Bravo, no?
Yo estuve en esa lucha: muchos hombres y mujeres luchamos codo con codo contra la desigualdad por razón de sexo... ¡Por eso el feminismo radical es retrógrado: desmonta aquel logro de las feministas clásicas!

¿En qué sentido?
Ataca la igualdad entre hombres y mujeres. Es un machismo inverso: desposee de derechos a los hombres... por razón de su sexo.

¿A qué está refiriéndose?: concrete.
Al proceso político que empezó en 1983 con la creación del Instituto de la Mujer - ¡privilegios por razón de sexo!-y culmina con la ley de Violencia de Género.

¡Combate el maltrato a las mujeres!
¿Eso cree? ¡Entonces es una ley fracasada!

¿Por qué?
En el primer año de su aplicación, el año 2005, fueron asesinadas 57 mujeres. En el año 2006, 68 mujeres. En el año 2007, ¡71 mujeres! En el año 2008, ¡76 mujeres!...

Será que faltan medios, será que... En el 2009, 55 mujeres asesinadas: para volver al principio, ¿por qué tanta ley y tanto tribunal especializado? ¡No sirve de nada!

Sin esa ley quizá hoy sería peor... Esa ley es fuente de injusticia, pues vulnera tres principios constitucionales: el derecho a la igualdad, el derecho a la presunción de inocencia y el derecho a la dignidad.

De ser así, ¡algún partido se opondría! Todos tienen miedo a perder votos de mujeres. Y callan. Y así promueven la injusticia.

¿Cómo se está aplicando esta ley? Si la policía recibe una denuncia de una mujer contra un hombre, detiene al hombre y lo mete en el calabozo directamente.

Para evitar una eventual agresión. ¡Cargándose toda presunción de inocencia!: al hombre, sólo por ser hombre ¡la ley lo obliga a demostrar que no es culpable!

¿Y si la mujer se retracta? El proceso está en marcha y no se detiene.

Será para evitar chantajes emocionales a la mujer, amenazas veladas... El caso es que el Estado actúa ya sin escuchar la voluntad expresa de la mujer: ¡es un Estado-macho que decide por la mujer! La mujer ha pasado de la tutela del marido a la tutela del Estado. Como un jarrón chino.

¿Esta ley lleva a muchos a la cárcel?
De los reclusos en cárceles españolas, el 10% salen de la ley de Violencia de Género.

¿Hay presos por denuncias sin base?
De las 600.000 denuncias por "malos tratos" desde la aprobación de la ley hasta junio del 2009, un 86% son abusivas, según un estudio del juez Francisco Serrano.

¿Tantas?
Uno de cada tres divorcios hoy se tramita ya por vía penal: hay abogados aconsejando a mujeres que en vez de divorciarse mediante la ley de Divorcio (¡con lo que costó aprobarla!), usen la ley de Violencia de Género.

¡Un tercio de los divorcios!
Al hombre se le dicta orden de alejamiento de su domicilio. Y se le arrebata la tutela de los hijos. Y se lo apunta en una lista. ¡Antes de ser juzgado! ¡Esta ley humilla y despoja de derechos al hombre, lo deshumaniza! Pisotea su dignidad. Es una ley inhumana.

¿Tanto como eso?
Algunos juristas hablan de "asesinato civil" del varón. Y algunos varones, bajo esta violencia, reaccionan violentamente...

¿Está acusando a esta ley de avivar la violencia contra las mujeres?
El feminismo radical se nutre del conflicto: ¡esta ley concibe la pareja como foco de conflicto, jamás de armonía! En el 2009 hubo 30 hombres muertos por mujeres, pero eso no computa como "violencia de género".

¿No?
"Violencia de género": hombre ataca a mujer. Al revés, no lo es. Ni si sucede en una pareja homosexual, masculina o lesbiana.

Discriminación positiva con la mujer.
Y por eso las compresas y tampones tienen rebajado el IVA hasta el 7%: ¡por el sexo del cliente! No hay rebaja, en cambio, para maquinillas y espumas de afeitar...

¿Ya sabe que le van a llamar antifeminista, misógino, sexista?
Sexista es la ley que maltrata al hombre sólo por serlo. Misógina es la ley que trata como criatura inferior a la mujer. Y antifeminista no soy: feministas clásicas como Cristina Alberdi coinciden conmigo en esto.

¿No apoyaría ninguna medida jurídica de discriminación positiva, pues?
Sí en personas enfermas y ancianas. Pero ¿por qué recibe más ayudas una empresa si tiene al frente a una mujer? Mire, todo esto sólo busca esclavizar votos: hay 100.000 mujeres liberadas en políticas "de género" y 3.000 millones de euros destinados al Plan de Igualdad 2009-2012 sólo en Andalucía...

Lo peor es que el maltrato continúa... De 150.000 denuncias por malos tratos, sólo 500 se certificaron médicamente como lesiones: hoy es "maltrato" desde un SMS hasta una paliza... ¡Equiparar eso es barbarie!

Y, dígame, ¿cómo combatiría usted el maltrato contra mujeres?
No con campañas sexistas como esa en Andalucía: "Cuando maltratas auna mujer, dejas de ser un hombre". ¡Basta ya de sexismo!: "Cuando maltratas a una persona, dejas de ser persona". Esto sí es cultura.


Victor Amela, 16/3/2010.

18/3/10

El totalitarismo de la democracia (Philip Allott)

El totalitarismo de la democracia y el capitalismo, con Philip Allott.

“La democracia y el capitalismo son sistemas más totalitarios que el nazismo o el estalinismo”. Explica que la clave es que tanto la democracia y el capitalismo son sistemas que contienen en sí mismos sus propios valores, y que además obligan a aceptarlos, de forma que los ciudadanos que viven en ellos “deben entregarles sus mentes”. No son únicamente sistemas políticos o económicos, sino también de conciencia. Las personas no se dan cuenta de ello: sus mentes están determinadas por estos sistemas.
Según Allott “el totalitarismo tradicional” se caracterizaba por determinar por la fuerza y, através de la violencia, controlara las personas. Estas, en última instancia, podían ser disidentes en su vida privada, “pensar lo que les viniera en gana” -en libertad-. Lo “extraordinario de la democracia y dle capitalismo es que controlan la conciencia de sus ciudadanos”, con valores totalmente pragmáticos, incluso de la propia conciencia. Y es por eso que Allot dice que son regímenes totalitarios. Es decir, el control del democapitalismo es total, y su peligro reside en su intromisión en lo personal, en el hecho libre de pensar, en lo más íntimo y primario. “Hasta nuestros deseos están determinados con el sistema; deseamos lo que la sociedad desea que deseemos, y eso es algo increíble. La gente normal no es consciente de ello, pero sus líderes deberían serlo, porque se trata de un gigantesto desafío para la filosofía y la religión.”
La entrevistadora Irene Hernández le pregunta sobre qué piensa de la idea de George Bush de exportar la democracia al mundo. Philip Allott considera que la exportación de la democracia a terceros países adquiere un efecto desarraigante “ya que provoca que desaparezcan los valores de esa determinada sociedad a causa del totalitarismo del sistema democrático, cuyos valores son incompatibles con otros, modificando las culturas internas”. Ante la pregunta de si cree que el islam es compatible con la democracia, Allot responde que podría ser, pero que el otro interrogante que nos deberiamos hacer es “¿es compatible la democracia con el cristianismo? La democracia y el capitalismo son algo tan desepiritualizado que no lo serían con ninguna religión”.
“En las sociedades democráticas, la gente se muestra muy preocupada por la pobreza o las guerras, pero no hace nada para que las situaciones cambien”. Existe una gran disparidad entre la gente normal -que sabe lo que está bien y lo que está mal, lo que es justo e injusto- y los lobbys que tienen en sus manos las riendas del planeta. Aclara que él siempre ha dicho que “todas las sociedades han estado gobernadas por oligarquías, y así precisamente sigue siendo”. Uno de los “logros” de la democracía sería haber hecho aceptable el dominio de las oligarquías. Y esas oligarquías a escala internacional -en la forma de estados y gobiernos- actúan a su libre albedríos. Porque, según dice, “mientras dentro de sus países deben aceptar ciertos controles, a escala global no; la legislación internacional está bajo control de los propios gobiernos oligárquicos”.
“El único poder por encima de todos los poderes es el de las ideas”. El único modo modo en el que lograremos cambiar todo será a través de las ideas. “Si entendemos los desafíos de la situación actual, quizás seamos capaces de encontrar el modo para solucionarlos”. Eso significaría que la filosofía, rechazada por la democracia, habría recuperado su capacidad de generar buenas ideas. Añado: las libres son siempre revolucionarias.

Diego Urioste. 9/6/2007

15/3/10

You sick **** Larry David 4-eye **** piece of ****


-CYE es una serie que consta de 7 temporadas (de momento), y se empezó a rodar en 1999, Aunque ya me sonaba mucho la serie, el primer capitulo que yo vi fue el primero de la séptima temporada y a partir de ahí ya me enganche, en cuestión de meses conseguí todas las temporadas y empece desde el principio.

-El tipo de humor que podemos encontrar, lo calificaría de un humor tan tan negro que asusta mas que casi cualquier película de terror actual. Huye de los típicos tópicos de lo que esta bien y lo que esta mal y así se refleja en su personaje principal, como podriamos definir a Larry David? ex guionista de una de las series de mas éxito de los 90, procedente de New York ahora en Los Ángeles y de familia judía. Si cogemos una batidora y exprimimos a Michael Scott (The Office), Torrente, Woody Allen (interpretándose a si mismo en Manhattan etc..) y House, nos sale algo parecido al personaje de Larry David: La vergüenza ajena y situaciones absurdas que provoca Michael, la caradura de Torrente, las obsesiones de Allen con las religiones y constantes burlas a las mismas, y la misantropía y chulería del doctor House, pero este personaje es incluso mas difícil de definir, es maniático, derrochador, egoísta , mentiroso y honesto a la vez, y se cuestiona absolutamente todo (leyes no escritas de comportamiento en la sociedad), en el fondo esto ultimo tiene su rollete filosófico, ¿porque tengo que hacer esto? ¿porque debo cantar el cumpleaños feliz si me parece algo completamente absurdo? no obstante y a pesar de su estatus económico y cultural, el es un hombre bastante primitivo amante de la comida-basura o tele-basura, Larry siempre hace lo que le da la gana aunque tenga que acabar pagando bastantes dolares o molestar a otras personas. A muchos les costara identificarse con el personaje en muchas cosas, pero realmente no creo que haga falta sentir complicidad con el para disfrutar de la serie, aunque el sea un 95% de la misma.
-No la compararía con Seinfeld a pesar de que una parte del sentido del humor absurdo de una plasme en la otra. CYE es muy diferente a cualquier sitcom y su punto fuerte es la improvisación de sus actores (para algunos es una desventaja que no un haya guion 100% escrito, para mi algo buenísimo, original y realista), ademas casi todos los personajes conocidos/famosos son reales y poseen los mismos nombres que en la realidad.

-Larry David ha confesado que comparte similitudes con el personaje pero que es algo completamente exagerado, el personaje que ha creado es en realidad algo ficticio, si fuera real, muy poca gente le soportaría o le hablaría, aunque en la propia serie es un hombre de pocos amigos, de hecho se pueden contar con los dedos de una mano, su representante, y por otra parte el comediante Richard Lewis pero este se va alejando cada vez mas, y va entrando poco a poco Marty Funkhouser.

-Las peleas entre Susie y Larry son uno de los puntos mas fuertes de la serie. Impresionante actriz esta Susie Essman haciendo ese papel de mujer histérica, mal-hablada aunque elegante a la vez.

-Por supuesto animo a que se vea la serie en version original, con el doblaje al Español pierde bastante.






14/3/10

El nuevo opio del pueblo y el mito del bien y el mal

EL NUEVO OPIO

Las tres religiones monoteístas que dominaron al populacho hasta el siglo pasado, están irremediablemente en extinción por culpa de la ciencia, aunque tardaran unos cuantos mas siglos en desparecer o convertirse en sectas clandestinas, la realidad es que la iglesia cada vez tiene menos credibilidad para todo el mundo: ¿Quienes se supone que serán los nuevos cristianos católicos? ¿Cuantos exactamente conoce usted? los padres de las generaciones de individuos nacidos a partir de los años 80 ya rechazaban esta idea, y por mucho poder que tenga la iglesia católica hoy en día, si no hay participantes, su poder se ira reduciendo, aunque por supuesto a un ritmo lento. Cualquier industria de mercado se acaba si no tiene consumidores, la iglesia o la propia guerra forman parte de ese mercado.



En realidad no lo necesitas, nunca has creído que fuera prescindible pero lo es, y no te hará mejor aunque al principio puedas sentir un sentimiento ficticio de satisfacción.
Yo por mi parte, no soy muy creyente del nuevo opio del pueblo, lo malo es que aun necesito a Dios para sobrevivir y a veces me veo forzado a rezar e incluso alguna vez a ir a la iglesia. Pero no es negativo el hecho de consumir o gastar, lo que es negativo es consumir o gastar sin saber porque o para que lo haces.




Documental:
El siglo del individualismo: "maquinas de felicidad"

 

 

Citas para la historia (2)

"Las grandes naciones han actuado siempre como gánsteres, y las pequeñas como prostitutas." (Stanley Kubrick)

Juan Carlos Ortega @ CM

Juan Carlos Ortega en su paso por Cronicas Marcianas nos dejo unos sketches humorísticos realmente brillantes.



La Muerte

Los curas inchables

Concurso de resistencia

¿Donde esta Jean Paul Sartre?

Cybernovios

Midiendo la tierra

Windows vs Macintosh


Banda sonora

Actitudes espiritualmente saludables hacia la disidencia

Si eres de una inteligencia razonable, puedes planear hacia adelante, y de hecho favorecer el pensar a largo plazo para cualquier gran decisión. Por esta razón ,reconoces que nuestra sociedad está lentamente dirigiéndose a la autodestrucción ya que consume recursos irremplazables y ecosistemas mientras se expande sin ningún nivel particular de merito ; las pilas de desperdicios y culturas resquebrajadas , lo que deja atrás es el resultado de esta falta de conciencia sobre el pensar a largo plazo. Por supuesto , eso te deja confundido : tú eres el pensador a largo plazo que se da cuenta que esto es una marcha suicida , y te gustaría hacer algo al respecto. '¿pero qué? ¡Ahora mismo!' chilla la voz de pánico neurótico en tu cabeza.

Algunos te gritarán inmediatamente para que folletés toda superficie accesible , o pararte en alguna tonta manifestación bajo la lluvia , pero realmente , estas actividades sólo hacen que los participantes se sientan bien y son generalmente ignoradas por el todos los demás. Otros hablarán sobre la necesidad de violencia inmediata, o de hacer discursos inflamatorios, o de encontrar alguna manera de estar en las noticias por tus veinte segundos antes de que pasen a alguna historia sobre hemorroides multiculturales. Para mí, parece como si estas fueran formas espiritualmente no saludables de ser un disidente; principalmente, se enfocan en hacerte sentir mejor, pero aplicando un paliativo como una droga, ellos momentáneamente suspenden la realidad con la ilusión devolviéndote a ésta con dos veces más fuerza.

El problema principal que nos aflige ahora es que nadie se pone de acuerdo en cómo proceder más alla del actual atolladero de los valores monetarios dominando el resto de las cosas, y la pasividad moral habiéndose establecido sobre nuestra gente. Entonces, para mí, la primera tarea es que en tu mente se aclare lo que deseas; diciendo simplemente 'quiero que esto arda' o 'no quiero que esta población viva entre nosotros' no es suficiente, ya que eso no es una dirección a tomar sino una queja. Lo que tiene más sentido es entender, en cualquier nivel que filosofes, qué clase de cosa desearías. En otras palabras, para todo lo que apesta, hay incontables números de posibles caminos. Esto no es para quejarse 'inventa algo nuevo!' como los más desesperanzados de los desencantados, pero para sugerir que si quieres cambio en el mundo, hazlo en tí mismo primero.

Para mirar la situación analíticamente, no mucho ha cambiado desde el nacimiento de la humanidad. Estamos en éste planeta como una especie entre varias, y nuestra meta es encontrar vida por nosotros mismos que dé algún tipo de significado en equilibrio con nuestro ambiente , ya que sólo nosotros entre las especies, aparentemente, tenemos la habilidad de razonamiento de largo plazo por lo que vemos nuestras propias muertes la demanda de algo de 'significado' de la vida : algo tan significante que se equilibra con el prospecto de no ser por todos los tiempos luego de nuestras muertes. No es suficiente pensar de la muerte como estar en un cuarto sin luz; uno no está siquiera presente para observar el cuarto sin luz. Uno simplemente, como los unicornios, no está. Un buen nihilista entiende como la base de su filosofía que reconocer la muerte es reconocer la vida, ya que algo que no es la muerte es al menos la base de la vida. Definir esos términos resbalosos como 'significado' y 'significante' se vuelve por supuesto difícil.

Sin embargo, hay un camino fácil alrededor de esto. Somos lo que hemos experimentado, tanto a través de la genética como viviendo personalmente diferentes situaciones, así que aplicamos nuestras mentes a estas memorias y encontramos que nos gustan más unos que otros. ¿Qué hizo a aquellos importantes? -especialmente en el contexto de la nada eterna-. Cuando uno mira a la vida desde el prospecto de la eternidad, las películas que miramos, los costosos autos que manejamos, las casas que tenemos y los videojuegos que jugamos están en segundo lugar frente a los momentos significativos, o los momentos que más nos hicieron sentir vivos. Para mí, estos momentos incluyen tiempo entre amigos y la familia, grandes epifanías del aprendizaje, horas caminando por el bosque y cualquier actividad en la cual haya hecho algo mejor para aquellos a mi alrededor.

Reconocer la nada es darse cuenta que nada dura eternamente, y que no hay absolutos a los que sujetarse, entonces lo que importa es enteramente 'subjetivo', pero paradójicamente, este subjetivo es objetivamente definido : porque nuestro mundo es consistente, a todos los que están en forma humana se aplican los mismos valores, los reconozcan o no. Algunos dirán ocurrentemente que ya que el valor es subjetivo, ellos creen que jugar videojuegos o inyectarse heroína es lo más importante (para ellos), y entonces eso es absolutamente correcto. Este es un pensamiento pobre, si miramos la consistencia de la vida, en la que vemos que recompensa los mismos tipos generales de actividad : construir un hogar y tener una familia y amigos y una cultura de aprender de tu alrededor serán siempre gratificantes, mientras que inyectarse heroína siempre llevará a la evasión de la realidad. La vida es real, y cuando maduramos lo suficiente como para superar la división subjetivo/objetivo, vemos que mientras definimos nuestro propio significado, esa definición es enteramente condicionada por nuestro ambiente. Entonces despachamos la trivialidad de preferencia personal como 'significado subjetivo'.

Nuestro mundo recompensa el logro abstracto tanto como recompensa el logro físico. Si estás sólo en el bosque, debes encontrar comida y refugio, quizás calor, y hacerlo antes de que la noche llegue y el hielo se forme en tus miembros, dejándote con una hipotermia fría como la temperatura de la heroína. Similarmente, en tu mente debes encontrar sustento y paz, quizás incluso alegría, antes de que el aburrimiento y la depresión te lleven a la tierra de la catatonia o el suicidio. Esto es a lo que nos referimos por espiritualmente saludable, y haber reconocido la falacia del 'significado subjetivo' por lo que es, podemos ver que la salud espiritual es una cosa universal entre todas las cosas vivientes de un nivel de inteligencia humana. No todos los individuos lo verán, mucha de esta gente será o incapaz o devastada, y entonces, ¿por qué hacerles problema con ello? La muerte es todo lo que queda para ellos, incluso si en una forma viviente de una existencia tan aburrida y sin eventos que la television es, como...una cosa realmente genial.

Por supuesto, la debilidad está entre nosotros; cuando la última era de hielo terminó y la gente que había sido lo suficientemente valiente para soportar el hielo, dejó sus cavernas y fue al sur, nuestro tiempo político moderno comenzó y con ello la decadencia. Entre aquellos que estaban entonces, había algunos quienes temían tanto ser juzgados como inferiores que formaron entre nosotros una moralidad de utilitarismo, por la cual el individuo como concepto abstracto era tan rigurosamente protegido que la sociedad como un todo fue paralizada, ya que hacer cualquier elección significaba dejar algunos individuos atrás, a una muerte rígida en la forma viviente. Había tanto miedo de la habilidad persona en algunos que demandaron a la sociedad que se sacrificara por sus necesidades, tanto como un hombre ahogándose hundirá en pánico a quienes lo rescaten, y con el tiempo, desde que tal comportamiento era alentado, llegó más gente que siguió tal comportamiento . Este utilitarismo es la raíz de todo el error moderno, incluyendo la democracia, igualdad, libre empresa y la idea de que está bien cortar un antiguo bosque si el centro comercial que lo reemplaza da ganancias a alguien. Este es un triunfo de los débiles.

Estos que tienen esas creencias son débiles no en un sentido físico, pero en un sentido espiritual : ellos son de tan baja autoestima que no pueden hacer nada para equilibrar la muerte, que nos tiran a todos al más bajo denominador común antes de arriesgar el ser vistos como los menos capaces, menos deseables, y entonces externamente menos importantes que otros . Esto ocurre si uno interiormente carece de confianza , la afirmación externa es todo lo que uno tiene; este tipo de debilidad es la que causa que insistan en el individuo más alla de toda crítica, porque de esa manera lo que sea que temen en sí mismos no les traerá censura, y condenarnos a todos a ser parte de la plebe : un grupo de individuos granulares cometidos a no hacer nada para alterar al otro, incapaces de elegir una meta. En resumen, la plebe nos fuerza a servir a los aberrantes. Esta es la situación que encuentra un disidente moderno.

Es tentador elegir un problema y empezar a pelear por él, esperando aplazar el fin. Desafortunadamente, el fin tiene muchas cabezas y un cuerpo, cortar una cabeza podrá retrasar la llegada del colapso, pero no puede pararlo; la única cosa que puede parar la destrucción es el encontrar algo para reemplazar lo que no es destructivo. Por esta razón, subirse al carro de la extrema derecha o izquierda, o correr a los brazos de la religión o algún bien universal como 'creo en el amor', está destinado al fracaso. No puedes parar la caída de la civilización prohibiendo las corporaciones o escribiendo más legislación igualitaria o asesinando todo un grupo étnico o legalizando la marihuana. Tienes que arreglar el diseño de la perspectiva y visión del mundo de la civilización de manera que se remueva la raíz de su comportamiento con algo más positivo.

En mi opinión, el primer paso para esto es cultivar una paz espiritual con uno mismo, pero hay un escollo aquí, lo que será explicado en un minuto. La paz espiritual te da un estado mental para hacer un verdadero cambio estructural a tu mundo. Si estás histérico o deprimido o con una furia fuera de control, no vas a lograr el cambio, aunque lograrás actos revolucionarios. Mira la naturaleza de las revoluciones : transfieren poder de una estructura existente a otra que dice ser su antítesis, pero usan los mismos mecanismos de control y organización del sistema anterior, si bien pueden retrasar el colapso, no pueden evitarlo. Mientras, luchar por el control resulta en la muerte de muchas de las mejores personas en la sociedad. Por esta razón, me parece que las revoluciones son sólo ataques de furia altamente organizados. No logran un cambio estructural.

La paz espiritual te permite organizar tu mente (y quizás, alma) de manera que sabes exactamente qué valores debes tener, y aplicar estos con paciencia y diligencia. En vez de correr hacia la cabeza de la bestia y golpearla, estás trabajando en el suelo debajo de su cuerpo, gradualmente cambiándolo y haciendo el cuerpo de la bestia obsoleto. La paz espiritual significa que organizas tus propios pensamientos y emociones para que no te obstruyan, pero también para que en vez de enfocarte en tus enemigos, que son muchos, te enfoques en la única y simple cosa que deseas, que es tu meta. Cultiva la tierra de tu meta y haz tus enemigos -definidos como cualquiera que se oponga a tu meta e infinitos en número potencial- menos relevantes. Irán a cualquier lado, o perecerán en el bosque --no te importa. Lo que importa es la meta.

La paz espiritual también te ayudará para evitar la auto-destrucción. Si estás rabiando en la furia, confusión o depresión, la mayor parte de tu energía será disipada, y tus enemigos reirán de tu inútil rabia. Si en vez, seguro y con confianza en lo que quieres y cómo conseguirlo, te mueves metódica y alegremente, tú tomas orgullo en tus logros y te das cuenta que lo que estás haciendo no es producto de la alienación del mundo sino un amor por él. No estás destruyendo, pero esculpiendo, tomando algo de aquí y agregando otro poco alla haciendo otra forma de la realidad que te gustaría que eventualmente predominara. Cuando has logrado esta forma en tí mismo, lo aplicarás externamente sin pensarlo -en todo lo que hagas.

Cuando miro a la juventud de la tribu Indo-Europea en este tiempo, veo gente que es monótona o pragmática, habiendo aceptado que han sido batidos y tornados a servir, y luego el extremo opuesto. El extremo opuesto consiste en aquellos quienes reconocen la fatalidad de nuestra actual dirección, pero como los altera, son ineficaces en oponerse y sus enemigos se ríen de ellos. Uno puede imaginar que hubo una risa del suicidio de Jim Morrison o de la ejecución de Timothy McVeigh, o incluso del Unabomber yendo a la cárcel. Esta risa es cruel y llena de venganza, y viene de aquellos que ya se rindieron a la debilidad y entonces carecen de la confianza en sí mismos, y temen al cambio, incluso si cambia a algo que ha sido eternamente verdadero en cada interpretación 'subjetiva'. Sólo el éxito importa. Cuando tienes una meta, cualquier cosa que no es la meta es el enemigo, pero ya no ves los enemigos como quienes controlan tu vida; son como caminos equivocados tomados en un bosque, a saber, son ignorados cuando sabes el camino correcto.

Hay un escollo hacia la paz espiritual, y lo vemos en lo que queda de las grandes religiones de Asia y en el Cristianismo, ambas de las cuales son interpretaciones quebradas de la verdad Védica formada en India muchos milenios atrás. La paz espiritual no significa pasividad. Pasividad es cuando crees que tu vida está más alla de tu control, y que las vastas fuerzas que la manipulan, y que no deberías tomar acción fuera de tí mismo, porque tu única meta es cultivar la paz espiritual. Si esa es realmente tu única meta, sugiero heroína : es un agente superior para ese estado irreflexivo y sin cambios. Para mí, la única razón para cultivar la paz espiritual es para ser capaz de actuar, porque somos los únicos agentes que actuaremos en este mundo; el universo está más alla del tiempo y no interviene para salvarnos o destruirnos, pero si nos ve, nos vería como una colonia de hormigas --una observación interesante en el sol de la tarde un fin de semana de verano.

El escollo de la pasividad es común a tu alrededor. La gente que no ve nada más que el ego pueden ser tanto viciosos barones corporativos reemplazando bosques por centros comerciales, o budistas meditando en sus ombligos e incapaces de cambiar el mundo excepto para protestar las muertes de disidentes. Esto es error. Estamos aquí para cambiar el mundo, y si lo hacemos de acuerdo a principios del mundo, buenas cosas resultarán; si no, perecemos, y el universo sigue sin derramar una lágrima por nosotros. La paz espiritual significa paz mental, no ser tan pacífico que tengas miedo de forzar el cambio sobre el mundo, incluso si ofende a otros o les cuesta sus sustentos o vidas. Haz lo que es correcto para el todo. Sólo cuando tengas paz espiritual interior tendrás la confianza para hacer esto.

31/1/2005


Extraído de: http://www.anus.com/zine/articles/