19/3/10

El feminismo radical ya tiene en España su Estado-macho

Entrevista hecha por Victor Amela en "la contra" de La Vanguardia a Diego de los Santos, autor del ensayo ´El régimen feminista en España'


¿Qué entiende por "feminismo radical"?
El feminismo clásico luchó por la igualdad de derechos para hombres y mujeres, y la llevaron a la Constitución.

¿Bravo, no?
Yo estuve en esa lucha: muchos hombres y mujeres luchamos codo con codo contra la desigualdad por razón de sexo... ¡Por eso el feminismo radical es retrógrado: desmonta aquel logro de las feministas clásicas!

¿En qué sentido?
Ataca la igualdad entre hombres y mujeres. Es un machismo inverso: desposee de derechos a los hombres... por razón de su sexo.

¿A qué está refiriéndose?: concrete.
Al proceso político que empezó en 1983 con la creación del Instituto de la Mujer - ¡privilegios por razón de sexo!-y culmina con la ley de Violencia de Género.

¡Combate el maltrato a las mujeres!
¿Eso cree? ¡Entonces es una ley fracasada!

¿Por qué?
En el primer año de su aplicación, el año 2005, fueron asesinadas 57 mujeres. En el año 2006, 68 mujeres. En el año 2007, ¡71 mujeres! En el año 2008, ¡76 mujeres!...

Será que faltan medios, será que... En el 2009, 55 mujeres asesinadas: para volver al principio, ¿por qué tanta ley y tanto tribunal especializado? ¡No sirve de nada!

Sin esa ley quizá hoy sería peor... Esa ley es fuente de injusticia, pues vulnera tres principios constitucionales: el derecho a la igualdad, el derecho a la presunción de inocencia y el derecho a la dignidad.

De ser así, ¡algún partido se opondría! Todos tienen miedo a perder votos de mujeres. Y callan. Y así promueven la injusticia.

¿Cómo se está aplicando esta ley? Si la policía recibe una denuncia de una mujer contra un hombre, detiene al hombre y lo mete en el calabozo directamente.

Para evitar una eventual agresión. ¡Cargándose toda presunción de inocencia!: al hombre, sólo por ser hombre ¡la ley lo obliga a demostrar que no es culpable!

¿Y si la mujer se retracta? El proceso está en marcha y no se detiene.

Será para evitar chantajes emocionales a la mujer, amenazas veladas... El caso es que el Estado actúa ya sin escuchar la voluntad expresa de la mujer: ¡es un Estado-macho que decide por la mujer! La mujer ha pasado de la tutela del marido a la tutela del Estado. Como un jarrón chino.

¿Esta ley lleva a muchos a la cárcel?
De los reclusos en cárceles españolas, el 10% salen de la ley de Violencia de Género.

¿Hay presos por denuncias sin base?
De las 600.000 denuncias por "malos tratos" desde la aprobación de la ley hasta junio del 2009, un 86% son abusivas, según un estudio del juez Francisco Serrano.

¿Tantas?
Uno de cada tres divorcios hoy se tramita ya por vía penal: hay abogados aconsejando a mujeres que en vez de divorciarse mediante la ley de Divorcio (¡con lo que costó aprobarla!), usen la ley de Violencia de Género.

¡Un tercio de los divorcios!
Al hombre se le dicta orden de alejamiento de su domicilio. Y se le arrebata la tutela de los hijos. Y se lo apunta en una lista. ¡Antes de ser juzgado! ¡Esta ley humilla y despoja de derechos al hombre, lo deshumaniza! Pisotea su dignidad. Es una ley inhumana.

¿Tanto como eso?
Algunos juristas hablan de "asesinato civil" del varón. Y algunos varones, bajo esta violencia, reaccionan violentamente...

¿Está acusando a esta ley de avivar la violencia contra las mujeres?
El feminismo radical se nutre del conflicto: ¡esta ley concibe la pareja como foco de conflicto, jamás de armonía! En el 2009 hubo 30 hombres muertos por mujeres, pero eso no computa como "violencia de género".

¿No?
"Violencia de género": hombre ataca a mujer. Al revés, no lo es. Ni si sucede en una pareja homosexual, masculina o lesbiana.

Discriminación positiva con la mujer.
Y por eso las compresas y tampones tienen rebajado el IVA hasta el 7%: ¡por el sexo del cliente! No hay rebaja, en cambio, para maquinillas y espumas de afeitar...

¿Ya sabe que le van a llamar antifeminista, misógino, sexista?
Sexista es la ley que maltrata al hombre sólo por serlo. Misógina es la ley que trata como criatura inferior a la mujer. Y antifeminista no soy: feministas clásicas como Cristina Alberdi coinciden conmigo en esto.

¿No apoyaría ninguna medida jurídica de discriminación positiva, pues?
Sí en personas enfermas y ancianas. Pero ¿por qué recibe más ayudas una empresa si tiene al frente a una mujer? Mire, todo esto sólo busca esclavizar votos: hay 100.000 mujeres liberadas en políticas "de género" y 3.000 millones de euros destinados al Plan de Igualdad 2009-2012 sólo en Andalucía...

Lo peor es que el maltrato continúa... De 150.000 denuncias por malos tratos, sólo 500 se certificaron médicamente como lesiones: hoy es "maltrato" desde un SMS hasta una paliza... ¡Equiparar eso es barbarie!

Y, dígame, ¿cómo combatiría usted el maltrato contra mujeres?
No con campañas sexistas como esa en Andalucía: "Cuando maltratas auna mujer, dejas de ser un hombre". ¡Basta ya de sexismo!: "Cuando maltratas a una persona, dejas de ser persona". Esto sí es cultura.


Victor Amela, 16/3/2010.

18/3/10

El totalitarismo de la democracia (Philip Allott)

El totalitarismo de la democracia y el capitalismo, con Philip Allott.

“La democracia y el capitalismo son sistemas más totalitarios que el nazismo o el estalinismo”. Explica que la clave es que tanto la democracia y el capitalismo son sistemas que contienen en sí mismos sus propios valores, y que además obligan a aceptarlos, de forma que los ciudadanos que viven en ellos “deben entregarles sus mentes”. No son únicamente sistemas políticos o económicos, sino también de conciencia. Las personas no se dan cuenta de ello: sus mentes están determinadas por estos sistemas.
Según Allott “el totalitarismo tradicional” se caracterizaba por determinar por la fuerza y, através de la violencia, controlara las personas. Estas, en última instancia, podían ser disidentes en su vida privada, “pensar lo que les viniera en gana” -en libertad-. Lo “extraordinario de la democracia y dle capitalismo es que controlan la conciencia de sus ciudadanos”, con valores totalmente pragmáticos, incluso de la propia conciencia. Y es por eso que Allot dice que son regímenes totalitarios. Es decir, el control del democapitalismo es total, y su peligro reside en su intromisión en lo personal, en el hecho libre de pensar, en lo más íntimo y primario. “Hasta nuestros deseos están determinados con el sistema; deseamos lo que la sociedad desea que deseemos, y eso es algo increíble. La gente normal no es consciente de ello, pero sus líderes deberían serlo, porque se trata de un gigantesto desafío para la filosofía y la religión.”
La entrevistadora Irene Hernández le pregunta sobre qué piensa de la idea de George Bush de exportar la democracia al mundo. Philip Allott considera que la exportación de la democracia a terceros países adquiere un efecto desarraigante “ya que provoca que desaparezcan los valores de esa determinada sociedad a causa del totalitarismo del sistema democrático, cuyos valores son incompatibles con otros, modificando las culturas internas”. Ante la pregunta de si cree que el islam es compatible con la democracia, Allot responde que podría ser, pero que el otro interrogante que nos deberiamos hacer es “¿es compatible la democracia con el cristianismo? La democracia y el capitalismo son algo tan desepiritualizado que no lo serían con ninguna religión”.
“En las sociedades democráticas, la gente se muestra muy preocupada por la pobreza o las guerras, pero no hace nada para que las situaciones cambien”. Existe una gran disparidad entre la gente normal -que sabe lo que está bien y lo que está mal, lo que es justo e injusto- y los lobbys que tienen en sus manos las riendas del planeta. Aclara que él siempre ha dicho que “todas las sociedades han estado gobernadas por oligarquías, y así precisamente sigue siendo”. Uno de los “logros” de la democracía sería haber hecho aceptable el dominio de las oligarquías. Y esas oligarquías a escala internacional -en la forma de estados y gobiernos- actúan a su libre albedríos. Porque, según dice, “mientras dentro de sus países deben aceptar ciertos controles, a escala global no; la legislación internacional está bajo control de los propios gobiernos oligárquicos”.
“El único poder por encima de todos los poderes es el de las ideas”. El único modo modo en el que lograremos cambiar todo será a través de las ideas. “Si entendemos los desafíos de la situación actual, quizás seamos capaces de encontrar el modo para solucionarlos”. Eso significaría que la filosofía, rechazada por la democracia, habría recuperado su capacidad de generar buenas ideas. Añado: las libres son siempre revolucionarias.

Diego Urioste. 9/6/2007

15/3/10

You sick **** Larry David 4-eye **** piece of ****


-CYE es una serie que consta de 7 temporadas (de momento), y se empezó a rodar en 1999, Aunque ya me sonaba mucho la serie, el primer capitulo que yo vi fue el primero de la séptima temporada y a partir de ahí ya me enganche, en cuestión de meses conseguí todas las temporadas y empece desde el principio.

-El tipo de humor que podemos encontrar, lo calificaría de un humor tan tan negro que asusta mas que casi cualquier película de terror actual. Huye de los típicos tópicos de lo que esta bien y lo que esta mal y así se refleja en su personaje principal, como podriamos definir a Larry David? ex guionista de una de las series de mas éxito de los 90, procedente de New York ahora en Los Ángeles y de familia judía. Si cogemos una batidora y exprimimos a Michael Scott (The Office), Torrente, Woody Allen (interpretándose a si mismo en Manhattan etc..) y House, nos sale algo parecido al personaje de Larry David: La vergüenza ajena y situaciones absurdas que provoca Michael, la caradura de Torrente, las obsesiones de Allen con las religiones y constantes burlas a las mismas, y la misantropía y chulería del doctor House, pero este personaje es incluso mas difícil de definir, es maniático, derrochador, egoísta , mentiroso y honesto a la vez, y se cuestiona absolutamente todo (leyes no escritas de comportamiento en la sociedad), en el fondo esto ultimo tiene su rollete filosófico, ¿porque tengo que hacer esto? ¿porque debo cantar el cumpleaños feliz si me parece algo completamente absurdo? no obstante y a pesar de su estatus económico y cultural, el es un hombre bastante primitivo amante de la comida-basura o tele-basura, Larry siempre hace lo que le da la gana aunque tenga que acabar pagando bastantes dolares o molestar a otras personas. A muchos les costara identificarse con el personaje en muchas cosas, pero realmente no creo que haga falta sentir complicidad con el para disfrutar de la serie, aunque el sea un 95% de la misma.
-No la compararía con Seinfeld a pesar de que una parte del sentido del humor absurdo de una plasme en la otra. CYE es muy diferente a cualquier sitcom y su punto fuerte es la improvisación de sus actores (para algunos es una desventaja que no un haya guion 100% escrito, para mi algo buenísimo, original y realista), ademas casi todos los personajes conocidos/famosos son reales y poseen los mismos nombres que en la realidad.

-Larry David ha confesado que comparte similitudes con el personaje pero que es algo completamente exagerado, el personaje que ha creado es en realidad algo ficticio, si fuera real, muy poca gente le soportaría o le hablaría, aunque en la propia serie es un hombre de pocos amigos, de hecho se pueden contar con los dedos de una mano, su representante, y por otra parte el comediante Richard Lewis pero este se va alejando cada vez mas, y va entrando poco a poco Marty Funkhouser.

-Las peleas entre Susie y Larry son uno de los puntos mas fuertes de la serie. Impresionante actriz esta Susie Essman haciendo ese papel de mujer histérica, mal-hablada aunque elegante a la vez.

-Por supuesto animo a que se vea la serie en version original, con el doblaje al Español pierde bastante.






14/3/10

El nuevo opio del pueblo y el mito del bien y el mal

EL NUEVO OPIO

Las tres religiones monoteístas que dominaron al populacho hasta el siglo pasado, están irremediablemente en extinción por culpa de la ciencia, aunque tardaran unos cuantos mas siglos en desparecer o convertirse en sectas clandestinas, la realidad es que la iglesia cada vez tiene menos credibilidad para todo el mundo: ¿Quienes se supone que serán los nuevos cristianos católicos? ¿Cuantos exactamente conoce usted? los padres de las generaciones de individuos nacidos a partir de los años 80 ya rechazaban esta idea, y por mucho poder que tenga la iglesia católica hoy en día, si no hay participantes, su poder se ira reduciendo, aunque por supuesto a un ritmo lento. Cualquier industria de mercado se acaba si no tiene consumidores, la iglesia o la propia guerra forman parte de ese mercado.



En realidad no lo necesitas, nunca has creído que fuera prescindible pero lo es, y no te hará mejor aunque al principio puedas sentir un sentimiento ficticio de satisfacción.
Yo por mi parte, no soy muy creyente del nuevo opio del pueblo, lo malo es que aun necesito a Dios para sobrevivir y a veces me veo forzado a rezar e incluso alguna vez a ir a la iglesia. Pero no es negativo el hecho de consumir o gastar, lo que es negativo es consumir o gastar sin saber porque o para que lo haces.




Documental:
El siglo del individualismo: "maquinas de felicidad"

 

 

Citas para la historia (2)

"Las grandes naciones han actuado siempre como gánsteres, y las pequeñas como prostitutas." (Stanley Kubrick)

Juan Carlos Ortega @ CM

Juan Carlos Ortega en su paso por Cronicas Marcianas nos dejo unos sketches humorísticos realmente brillantes.



La Muerte

Los curas inchables

Concurso de resistencia

¿Donde esta Jean Paul Sartre?

Cybernovios

Midiendo la tierra

Windows vs Macintosh


Banda sonora

Actitudes espiritualmente saludables hacia la disidencia

Si eres de una inteligencia razonable, puedes planear hacia adelante, y de hecho favorecer el pensar a largo plazo para cualquier gran decisión. Por esta razón ,reconoces que nuestra sociedad está lentamente dirigiéndose a la autodestrucción ya que consume recursos irremplazables y ecosistemas mientras se expande sin ningún nivel particular de merito ; las pilas de desperdicios y culturas resquebrajadas , lo que deja atrás es el resultado de esta falta de conciencia sobre el pensar a largo plazo. Por supuesto , eso te deja confundido : tú eres el pensador a largo plazo que se da cuenta que esto es una marcha suicida , y te gustaría hacer algo al respecto. '¿pero qué? ¡Ahora mismo!' chilla la voz de pánico neurótico en tu cabeza.

Algunos te gritarán inmediatamente para que folletés toda superficie accesible , o pararte en alguna tonta manifestación bajo la lluvia , pero realmente , estas actividades sólo hacen que los participantes se sientan bien y son generalmente ignoradas por el todos los demás. Otros hablarán sobre la necesidad de violencia inmediata, o de hacer discursos inflamatorios, o de encontrar alguna manera de estar en las noticias por tus veinte segundos antes de que pasen a alguna historia sobre hemorroides multiculturales. Para mí, parece como si estas fueran formas espiritualmente no saludables de ser un disidente; principalmente, se enfocan en hacerte sentir mejor, pero aplicando un paliativo como una droga, ellos momentáneamente suspenden la realidad con la ilusión devolviéndote a ésta con dos veces más fuerza.

El problema principal que nos aflige ahora es que nadie se pone de acuerdo en cómo proceder más alla del actual atolladero de los valores monetarios dominando el resto de las cosas, y la pasividad moral habiéndose establecido sobre nuestra gente. Entonces, para mí, la primera tarea es que en tu mente se aclare lo que deseas; diciendo simplemente 'quiero que esto arda' o 'no quiero que esta población viva entre nosotros' no es suficiente, ya que eso no es una dirección a tomar sino una queja. Lo que tiene más sentido es entender, en cualquier nivel que filosofes, qué clase de cosa desearías. En otras palabras, para todo lo que apesta, hay incontables números de posibles caminos. Esto no es para quejarse 'inventa algo nuevo!' como los más desesperanzados de los desencantados, pero para sugerir que si quieres cambio en el mundo, hazlo en tí mismo primero.

Para mirar la situación analíticamente, no mucho ha cambiado desde el nacimiento de la humanidad. Estamos en éste planeta como una especie entre varias, y nuestra meta es encontrar vida por nosotros mismos que dé algún tipo de significado en equilibrio con nuestro ambiente , ya que sólo nosotros entre las especies, aparentemente, tenemos la habilidad de razonamiento de largo plazo por lo que vemos nuestras propias muertes la demanda de algo de 'significado' de la vida : algo tan significante que se equilibra con el prospecto de no ser por todos los tiempos luego de nuestras muertes. No es suficiente pensar de la muerte como estar en un cuarto sin luz; uno no está siquiera presente para observar el cuarto sin luz. Uno simplemente, como los unicornios, no está. Un buen nihilista entiende como la base de su filosofía que reconocer la muerte es reconocer la vida, ya que algo que no es la muerte es al menos la base de la vida. Definir esos términos resbalosos como 'significado' y 'significante' se vuelve por supuesto difícil.

Sin embargo, hay un camino fácil alrededor de esto. Somos lo que hemos experimentado, tanto a través de la genética como viviendo personalmente diferentes situaciones, así que aplicamos nuestras mentes a estas memorias y encontramos que nos gustan más unos que otros. ¿Qué hizo a aquellos importantes? -especialmente en el contexto de la nada eterna-. Cuando uno mira a la vida desde el prospecto de la eternidad, las películas que miramos, los costosos autos que manejamos, las casas que tenemos y los videojuegos que jugamos están en segundo lugar frente a los momentos significativos, o los momentos que más nos hicieron sentir vivos. Para mí, estos momentos incluyen tiempo entre amigos y la familia, grandes epifanías del aprendizaje, horas caminando por el bosque y cualquier actividad en la cual haya hecho algo mejor para aquellos a mi alrededor.

Reconocer la nada es darse cuenta que nada dura eternamente, y que no hay absolutos a los que sujetarse, entonces lo que importa es enteramente 'subjetivo', pero paradójicamente, este subjetivo es objetivamente definido : porque nuestro mundo es consistente, a todos los que están en forma humana se aplican los mismos valores, los reconozcan o no. Algunos dirán ocurrentemente que ya que el valor es subjetivo, ellos creen que jugar videojuegos o inyectarse heroína es lo más importante (para ellos), y entonces eso es absolutamente correcto. Este es un pensamiento pobre, si miramos la consistencia de la vida, en la que vemos que recompensa los mismos tipos generales de actividad : construir un hogar y tener una familia y amigos y una cultura de aprender de tu alrededor serán siempre gratificantes, mientras que inyectarse heroína siempre llevará a la evasión de la realidad. La vida es real, y cuando maduramos lo suficiente como para superar la división subjetivo/objetivo, vemos que mientras definimos nuestro propio significado, esa definición es enteramente condicionada por nuestro ambiente. Entonces despachamos la trivialidad de preferencia personal como 'significado subjetivo'.

Nuestro mundo recompensa el logro abstracto tanto como recompensa el logro físico. Si estás sólo en el bosque, debes encontrar comida y refugio, quizás calor, y hacerlo antes de que la noche llegue y el hielo se forme en tus miembros, dejándote con una hipotermia fría como la temperatura de la heroína. Similarmente, en tu mente debes encontrar sustento y paz, quizás incluso alegría, antes de que el aburrimiento y la depresión te lleven a la tierra de la catatonia o el suicidio. Esto es a lo que nos referimos por espiritualmente saludable, y haber reconocido la falacia del 'significado subjetivo' por lo que es, podemos ver que la salud espiritual es una cosa universal entre todas las cosas vivientes de un nivel de inteligencia humana. No todos los individuos lo verán, mucha de esta gente será o incapaz o devastada, y entonces, ¿por qué hacerles problema con ello? La muerte es todo lo que queda para ellos, incluso si en una forma viviente de una existencia tan aburrida y sin eventos que la television es, como...una cosa realmente genial.

Por supuesto, la debilidad está entre nosotros; cuando la última era de hielo terminó y la gente que había sido lo suficientemente valiente para soportar el hielo, dejó sus cavernas y fue al sur, nuestro tiempo político moderno comenzó y con ello la decadencia. Entre aquellos que estaban entonces, había algunos quienes temían tanto ser juzgados como inferiores que formaron entre nosotros una moralidad de utilitarismo, por la cual el individuo como concepto abstracto era tan rigurosamente protegido que la sociedad como un todo fue paralizada, ya que hacer cualquier elección significaba dejar algunos individuos atrás, a una muerte rígida en la forma viviente. Había tanto miedo de la habilidad persona en algunos que demandaron a la sociedad que se sacrificara por sus necesidades, tanto como un hombre ahogándose hundirá en pánico a quienes lo rescaten, y con el tiempo, desde que tal comportamiento era alentado, llegó más gente que siguió tal comportamiento . Este utilitarismo es la raíz de todo el error moderno, incluyendo la democracia, igualdad, libre empresa y la idea de que está bien cortar un antiguo bosque si el centro comercial que lo reemplaza da ganancias a alguien. Este es un triunfo de los débiles.

Estos que tienen esas creencias son débiles no en un sentido físico, pero en un sentido espiritual : ellos son de tan baja autoestima que no pueden hacer nada para equilibrar la muerte, que nos tiran a todos al más bajo denominador común antes de arriesgar el ser vistos como los menos capaces, menos deseables, y entonces externamente menos importantes que otros . Esto ocurre si uno interiormente carece de confianza , la afirmación externa es todo lo que uno tiene; este tipo de debilidad es la que causa que insistan en el individuo más alla de toda crítica, porque de esa manera lo que sea que temen en sí mismos no les traerá censura, y condenarnos a todos a ser parte de la plebe : un grupo de individuos granulares cometidos a no hacer nada para alterar al otro, incapaces de elegir una meta. En resumen, la plebe nos fuerza a servir a los aberrantes. Esta es la situación que encuentra un disidente moderno.

Es tentador elegir un problema y empezar a pelear por él, esperando aplazar el fin. Desafortunadamente, el fin tiene muchas cabezas y un cuerpo, cortar una cabeza podrá retrasar la llegada del colapso, pero no puede pararlo; la única cosa que puede parar la destrucción es el encontrar algo para reemplazar lo que no es destructivo. Por esta razón, subirse al carro de la extrema derecha o izquierda, o correr a los brazos de la religión o algún bien universal como 'creo en el amor', está destinado al fracaso. No puedes parar la caída de la civilización prohibiendo las corporaciones o escribiendo más legislación igualitaria o asesinando todo un grupo étnico o legalizando la marihuana. Tienes que arreglar el diseño de la perspectiva y visión del mundo de la civilización de manera que se remueva la raíz de su comportamiento con algo más positivo.

En mi opinión, el primer paso para esto es cultivar una paz espiritual con uno mismo, pero hay un escollo aquí, lo que será explicado en un minuto. La paz espiritual te da un estado mental para hacer un verdadero cambio estructural a tu mundo. Si estás histérico o deprimido o con una furia fuera de control, no vas a lograr el cambio, aunque lograrás actos revolucionarios. Mira la naturaleza de las revoluciones : transfieren poder de una estructura existente a otra que dice ser su antítesis, pero usan los mismos mecanismos de control y organización del sistema anterior, si bien pueden retrasar el colapso, no pueden evitarlo. Mientras, luchar por el control resulta en la muerte de muchas de las mejores personas en la sociedad. Por esta razón, me parece que las revoluciones son sólo ataques de furia altamente organizados. No logran un cambio estructural.

La paz espiritual te permite organizar tu mente (y quizás, alma) de manera que sabes exactamente qué valores debes tener, y aplicar estos con paciencia y diligencia. En vez de correr hacia la cabeza de la bestia y golpearla, estás trabajando en el suelo debajo de su cuerpo, gradualmente cambiándolo y haciendo el cuerpo de la bestia obsoleto. La paz espiritual significa que organizas tus propios pensamientos y emociones para que no te obstruyan, pero también para que en vez de enfocarte en tus enemigos, que son muchos, te enfoques en la única y simple cosa que deseas, que es tu meta. Cultiva la tierra de tu meta y haz tus enemigos -definidos como cualquiera que se oponga a tu meta e infinitos en número potencial- menos relevantes. Irán a cualquier lado, o perecerán en el bosque --no te importa. Lo que importa es la meta.

La paz espiritual también te ayudará para evitar la auto-destrucción. Si estás rabiando en la furia, confusión o depresión, la mayor parte de tu energía será disipada, y tus enemigos reirán de tu inútil rabia. Si en vez, seguro y con confianza en lo que quieres y cómo conseguirlo, te mueves metódica y alegremente, tú tomas orgullo en tus logros y te das cuenta que lo que estás haciendo no es producto de la alienación del mundo sino un amor por él. No estás destruyendo, pero esculpiendo, tomando algo de aquí y agregando otro poco alla haciendo otra forma de la realidad que te gustaría que eventualmente predominara. Cuando has logrado esta forma en tí mismo, lo aplicarás externamente sin pensarlo -en todo lo que hagas.

Cuando miro a la juventud de la tribu Indo-Europea en este tiempo, veo gente que es monótona o pragmática, habiendo aceptado que han sido batidos y tornados a servir, y luego el extremo opuesto. El extremo opuesto consiste en aquellos quienes reconocen la fatalidad de nuestra actual dirección, pero como los altera, son ineficaces en oponerse y sus enemigos se ríen de ellos. Uno puede imaginar que hubo una risa del suicidio de Jim Morrison o de la ejecución de Timothy McVeigh, o incluso del Unabomber yendo a la cárcel. Esta risa es cruel y llena de venganza, y viene de aquellos que ya se rindieron a la debilidad y entonces carecen de la confianza en sí mismos, y temen al cambio, incluso si cambia a algo que ha sido eternamente verdadero en cada interpretación 'subjetiva'. Sólo el éxito importa. Cuando tienes una meta, cualquier cosa que no es la meta es el enemigo, pero ya no ves los enemigos como quienes controlan tu vida; son como caminos equivocados tomados en un bosque, a saber, son ignorados cuando sabes el camino correcto.

Hay un escollo hacia la paz espiritual, y lo vemos en lo que queda de las grandes religiones de Asia y en el Cristianismo, ambas de las cuales son interpretaciones quebradas de la verdad Védica formada en India muchos milenios atrás. La paz espiritual no significa pasividad. Pasividad es cuando crees que tu vida está más alla de tu control, y que las vastas fuerzas que la manipulan, y que no deberías tomar acción fuera de tí mismo, porque tu única meta es cultivar la paz espiritual. Si esa es realmente tu única meta, sugiero heroína : es un agente superior para ese estado irreflexivo y sin cambios. Para mí, la única razón para cultivar la paz espiritual es para ser capaz de actuar, porque somos los únicos agentes que actuaremos en este mundo; el universo está más alla del tiempo y no interviene para salvarnos o destruirnos, pero si nos ve, nos vería como una colonia de hormigas --una observación interesante en el sol de la tarde un fin de semana de verano.

El escollo de la pasividad es común a tu alrededor. La gente que no ve nada más que el ego pueden ser tanto viciosos barones corporativos reemplazando bosques por centros comerciales, o budistas meditando en sus ombligos e incapaces de cambiar el mundo excepto para protestar las muertes de disidentes. Esto es error. Estamos aquí para cambiar el mundo, y si lo hacemos de acuerdo a principios del mundo, buenas cosas resultarán; si no, perecemos, y el universo sigue sin derramar una lágrima por nosotros. La paz espiritual significa paz mental, no ser tan pacífico que tengas miedo de forzar el cambio sobre el mundo, incluso si ofende a otros o les cuesta sus sustentos o vidas. Haz lo que es correcto para el todo. Sólo cuando tengas paz espiritual interior tendrás la confianza para hacer esto.

31/1/2005


Extraído de: http://www.anus.com/zine/articles/

Diálogo socrático sobre la democracia

Bret: Saludos, Sócrates. Me dijeron que crees que la democracia es mala y la aristocracia buena.

Sócrates: Así que tú crees que la democracia es el sumo bien; ¿me puedes decir por qué?

Bret: El individuo es el bien más importante, y la democracia le permite a este individuo – a través de la representación – expresarse y tener mayor poder contra sociedades que pueden causarle daño. Es libertad para el individuo, y esa es la más alta aspiración de una sociedad avanzada.

Sócrates: Eso suena bastante bien. Pero dime, si un individuo fuera a desarrollar un virus que eliminara la humanidad, ¿lo detendrías?

Bret: Indudablemente. Estaría impidiendo el derecho individual, y tendría que ser detenido.

Sócrates: ¿A pesar de poseer el derecho a la libertad y a la expresión?

Bret: Su propia expresión impediría a otros tener la misma libertad; por lo tanto, en nombre de lo colectivo, se la tendríamos que negar.

Sócrates: Entonces, si el individuo hace algo destructivo para el conjunto, ¿debe ser prevenido?

Bret: Obviamente, puesto que restringe la libertad del conjunto.

Sócrates: ¿Qué sucedería si el individuo utilizara su libertad para crear un estado político que restringiera la libertad del conjunto?

Bret: Tendría que ser reprimido.

Sócrates: Así que si un individuo estuviera ejerciendo su libertad para restringir la libertad del conjunto, él sería reprimido. ¿Qué sucedería si más de un individuo estuviera actuando así?

Bret: Ellos también tendrían que ser reprimidos.

Sócrates: ¿Qué sucedería si dichos individuos no supieran que su voto restringiría la libertad del conjunto?

Bret: Aún así, tendrían que ser reprimidos.

Sócrates: ¿Y si estos individuos constituyeran una mayoría?

Bret: Para que la democracia continúe existiendo, tendrían que ser reprimidos.

Sócrates: Pero entonces, ¿no debiera haber alguien que los limite?

Bret: Sí, un líder sabio.

Sócrates: ¿Qué tan diferente es este líder de un rey?

Bret: Bueno, la gente tiene libertad.

Sócrates: Pero, ¿sólo de elegir lo que ya está elegido, llamémosle: democracia?

Bret: Cualquier otra cosa restringe la libertad de los otros.

Sócrates: ¿Y para mantenerse al margen de este destino, necesitan un rey?

Bret: No, un líder elegido.

Sócrates: Pero, si ellos no saben cuando sus decisiones restringirán la libertad del conjunto, ¿cómo pueden elegir al representante adecuado?

Bret: Si no lo saben, perderán sus libertades.

Sócrates: Pero con un rey, ¿siempre tienen libertades?

Bret: ¡Excepto a elegir un líder!

Sócrates: Pero ya habíamos acordado que no pueden saber si están eligiendo un líder que restringirá – o no – la libertad del conjunto, y que si escogen la opción incorrecta, deberán ser reprimidos. Por lo tanto, ¿tienen realmente la libertad de elegir un líder?

Bret: Es, pues, una libertad dentro de ciertos límites.

Sócrates: A mí me parece que un rey ofrece la misma libertad limitada, y elimina la posibilidad de que la gente tome decisiones que no comprende. Suponiendo que la gente hoy votara por algo que restringirá la libertad del conjunto en, digamos, 500 años; una vez que eso se haya votado, ¿nada podrá cambiar de dirección esa elección?

Bret: Por supuesto que ello tendría que cambiarse. A través de la educación, o algo de esa naturaleza.

Sócrates: ¿Y si la educación no funcionase; si fuera algo tan complejo que una persona común no pudiera entender?

Bret: Entonces su voto será denegado.

Sócrates: Entonces si alguien votara por algo que en un futuro distante limitase las libertades del conjunto, ¿ese voto sería denegado?

Bret: Sí.

Sócrates: Así que la democracia, con el fin de protegerse de malos votos, debe limitar la libertad del conjunto. ¿Estás de acuerdo?

Bret: Por supuesto.

Sócrates: ¿Y los votos que restringen la libertad del conjunto deben ser limitados?

Bret: Sí.

Sócrates: ¿Eso incluye…votar por la democracia?

(La democracia es una paradoja: gente votando por cosas que no comprende, con el fin de alcanzar metas paradójicas como la libertad de no-ser-libre. No funciona, excepto como un apaciguamiento para las masas, que, creyendo que son “libres”, ignoran las maquinaciones ocultas del comercio.)

Extraído de: http://www.anus.com/zine/articles/

La edad de los países (Hernán Casciari)

Inventé un truco para descubrir la edad de los países basándome en el 'sistema perro'. Desde chicos nos explicaron que para saber si un perro era joven o viejo había que multiplicar su edad biológica por 7. En el caso de los países hay que dividir su edad histórica entre 14 para saber su correspondencia humana. ¿Confuso? En este artículo pongo algunos ejemplos reveladores. Argentina nació en 1816, por lo tanto ya tiene 190 años. Si lo dividimos entre 14, Argentina tiene 'humanamente' alrededor de 13 años y medio, o sea, está en la edad del pavo. Es rebelde, pajera, no tiene memoria, contesta sin pensar y está llena de acné (será por eso que le dicen el granero del mundo?) Casi todos los países de América Latina tienen la misma edad y, como pasa siempre en esos casos, forman pandillas. La pandilla del Mercosur son cuatro adolescentes que tienen un conjunto de rock. Ensayan en un garaje, hacen mucho ruido y jamás han sacado un disco. En realidad, como la mayoría de las chicos de su edad, quieren tener sexo, en este caso con Brasil, que es el grande. México también es adolescente, pero con ascendente indígena. Por eso se ríe poco y no fuma ni un inofensivo porro, como el resto de sus amiguitos, sino que mastica peyote, y se junta con Estados Unidos, un retrasado mental de 17, que se dedica a atacar a los chicos hambrientos de 6 añitos en otros continentes. En el otro extremo está la China milenaria. Si dividimos sus 1.200 años por 14 obtenemos una señora de 85, conservadora, con olor a pipí de gato, que se la pasa comiendo arroz porque no tiene -por ahora- para comprarse una dentadura postiza. La China tiene un nieto de 8 años, Taiwán, que le hace la vida imposible. Está divorciada desde hace rato de Japón, un viejo cascarrabias, que se juntó con Filipinas, una jovencita pendeja, que siempre está dispuesta a cualquier aberración a cambio de dinero. Después están los países que acaban de cumplir la mayoría de edad y salen a pasear en el BMW del padre. Por ejemplo, Australia y Canadá, típicos países que crecieron al amparo de papá Inglaterra y mamá Francia, con una educación estricta y concheta (pija), y que ahora se hacen los locos. Australia es una pendeja de poco más de 18 años, que hace topless y tiene sexo con Sudáfrica; mientras que Canadá es un chico gay emancipado, que en cualquier momento adopta al bebé Groenlandia para formar una de esas familias alternativas que están de moda. Francia es una separada de 36 años, más puta que las gallinas, pero muy respetada en el ámbito profesional. Tiene un hijo de apenas 6 años: Mónaco, que va camino de ser maricón o bailarín... o ambas cosas. Es amante esporádica de Alemania, camionero rico que está casado con Austria, que sabe que es cornuda, pero no le importa. Italia es viuda desde hace mucho tiempo. Vive cuidando a San Marino y al Vaticano, dos hijos católicos idénticos a los mellizos de los Flanders. Estuvo casada en segundas nupcias con Alemania (duraron poco: tuvieron a Suiza), pero ahora no quiere saber nada con los hombres. A Italia le gustaría ser una mujer como Bélgica: abogada, independiente, que usa pantalón y habla de política de tú a tú con los hombres (Bélgica también fantasea a veces con saber preparar spaghettis). España es la mujer más linda de Europa (posiblemente Francia le haga sombra, pero pierde espontaneidad por usar tanto perfume). Anda mucho en tetas y va casi siempre borracha. Generalmente se deja follar por Inglaterra y después hace la denuncia. España tiene hijos por todas partes (casi todos de 13 años), que viven lejos. Los quiere mucho, pero le molesta que, cuando tienen hambre, pasen una temporada en su casa y le abran la nevera. Otro que tiene hijos desperdigados es Inglaterra. Sale en barco por la noche, se tira a las pendejas y a los nueve meses aparece una isla nueva en alguna parte del mundo. Pero no se desentiende de ella. En general las islas viven con la madre, pero Inglaterra les da de comer. Escocia e Irlanda, los hermanos de Inglaterra que viven en el piso de arriba, se pasan la vida borrachos y ni siquiera saben jugar al fútbol. Son la vergüenza de la familia. Suecia y Noruega son dos lesbianas de casi 40 años, que están buenas de cuerpo, a pesar de la edad, pero no le dan bola a nadie. Follan y trabajan, pues son licenciadas en algo. A veces hacen trío con Holanda (cuando necesitan porros); otras, le histeriquean a Finlandia, que es un tipo medio andrógino de 30 años, que vive solo en un ático sin amueblar y se la pasa hablando por el móvil con Corea. Corea (la del sur) vive pendiente de su hermana esquizoide. Son mellizas, pero la del norte tomó líquido amniótico cuando salió del útero y quedó estúpida. Se pasó la infancia usando pistolas y ahora, que vive sola, es capaz de cualquier cosa. Estados Unidos, el retrasadito de 17, la vigila mucho, no por miedo, sino porque le quiere quitar sus pistolas. Israel es un intelectual de 62 años que tuvo una vida de mierda. Hace unos años, Alemania, el camionero, no le vio y se lo llevó por delante. Desde ese día Israel se puso como loco. Ahora, en vez de leer libros, se lo pasa en la terraza tirándole piedras a Palestina, que es una chica pobre que está lavando la ropa en la casa de al lado. Irán e Irak eran dos primos de 16 que robaban motos y vendían los repuestos, hasta que un día le robaron un repuesto a la motoneta de Estados Unidos y se les acabó el negocio. Ahora se están comiendo los mocos. El mundo estaba bien así, hasta que un día Rusia se juntó (sin casarse) con la Perestroika y tuvieron como docena y media de hijos. Todos raros, algunos mogólicos, otros esquizofrénicos. Hace una semana, y gracias a un despelote con tiros y muertos, los habitantes serios del mundo descubrimos que hay un país que se llama Kabardino-Balkaria. Un país con bandera, presidente, himno, flora, fauna...y hasta gente! A mí me da un poco de miedo que aparezcan países de corta edad, así, de repente. Que nos enteremos de costado y que, incluso, tengamos que poner cara de que ya sabíamos, para no quedar como ignorantes. Y yo me pregunto: ¿Por qué siguen naciendo países, si los que hay todavía no funcionan?


Hernán Casciari

Citas para la historia (1)

"La libertad, la moralidad y la dignidad humana del individuo consisten precisamente en que haga el bien no porque esté forzado a hacerlo, sino porque libremente lo conciba, lo quiera y lo ame." (Mijaíl Bakunin)

Lo inmoral, es mas inmoral que lo ilegal.

Tributos-Montajes de mis directores favoritos

Stanley Kubrick


Michael Haneke




Sergio Leone



Quentin Tarantino



Roman Polanski



David Lynch


Wong Kar-Wai

Martin Scorsese

 Satyajit Ray


Zhang Yimou
 

Woody Allen


Krzysztof Kieslowski





Estos serian algunos de ellos.

Entrevista a Salvador Pániker

Salvador Pániker es la inteligencia en estado superlativo. Cualquier lector que llegue con su atención al término de esta charla y no esté de acuerdo con el aserto, puede utilizar el teléfono de reclamación.
Absténganse machistas, integristas religiosos, nacionalistas, marxistas, neoliberales, codiciosos y necios. Su sabiduría alcanza la velocidad de la luz y tiene el efecto de una ventosa que te adhiere. Va su cabeza aceituna colocada sobre un cuerpo esbelto aún (73 años), tocado de la magrura de Oriente. Coqueto. Salvador Pániker sería un narciso insufrible de no ser por su afiliación a la enfermedad.




Reportaje

Pero él, que lo sabe, se afilia: al punto de que uno ha de preguntarle si su síndrome de fatiga crónica ("nihilismo endocrino") será imaginario o real (contesta que de imaginario nada). La enfermedad le asoma a la finitud, por eso es desconfiado con la vida, nunca alcanzará el ateísmo; la farmacopea le permite, aun así, volar por los cielos de la gnosis; y la inteligencia, adaptarse de maravilla al medio: vive arropado en los minutos como un niño en su cuna, homme-enfant, reconoce su elitismo, un lujo. El resultado es un señor, filósofo, ingeniero industrial, escritor, editor, melómano, profesor, autor de las entrevistas más vendidas (Conversaciones en Madrid, Conversaciones en Cataluña) y un ciento de cosas más. Un señor de humor seco y lucidísimo, con teoría para todo y un solo dios, así en minúscula, que es la madera que toca: divinidad cómplice y particular. Apetece con Pániker hacer un glosario de cavilaciones valiosas.
Arrecia la tormenta en el cielo de Barcelona y pronto llueve sobre la piedra desvaída del monasterio en reformas. Pedralbes, barrio también elitista. Habita el sabio una hermosa casa de líneas rectas, sesentista, patio cuadrangular con palmera y salones como módulos tapizados de libros. Huele a papel viejo y a memoria, archivada en álbumes de fotografías, y a un cierto conservante como alcanfor, que retenga en sus paredes la historia. En las fotos, su padre tal que salido de una aventura colonialista: Pániker, título nobiliario del sur de la India, altísima casta de guerreros, generación de Nehru, "vino a Europa a estudiar y no quiso regresar hasta que la India fuera independiente; entonces, ya no pudo". Allí dejó un hijo y un matrimonio convenido. Hijos y amores o amores e hijos (lo mismo). Amigos celebrísimos.
El filósofo (entrevistador best-seller) ha dicho que dejarse entrevistar es reducirse a los límites mentales de quien te entrevista. Y claro, esto impone: imagínense, jibarizar al sabio cabeza de aceituna. "No, no te tengo miedo", y su risa me tranquiliza, "además yo soy muy taoísta, si las cosas no salen todo lo bien que podrían salir, qué más da". Así que anduve tranquila, de atrás adelante las páginas del Cuaderno amarillo que acaba de publicar (Areté) o tercera entrega de su diario, desde niño hasta ayer. ¿Aún sigue? "Sigo, todos los días, escribo y vivo. Habrá continuación". Porque tiene Pániker, entre otras, una fórmula contra la vejez: ejercicio y curiosidad intelectual. "Los intelectuales envejecen mejor, los años no deben medirse por la fecha de nacimiento sino por la curiosidad intelectual que uno albergue. Pero la terapia tiene otros dos apartados más, la segunda es vivir aquí y ahora. Y la tercera, ser creativo sin interrupción, en cuanto paras estás perdido: aunque seas frívolo o disperso, hay que serlo con intensidad, siempre".


"Los ateos tienen menos angustia que los creyentes. hay que creer en el aquÍ y en el ahora. es evidente que cuando mueres sales fuera del tiempo y del espacio, y la aventura se acabó. creer que no es de una ingenuidad tal... mecanismos de consolación"
Tanto de la vida y tanto de la muerte. El filósofo, que fue profesor en la Universidad de Barcelona de Metafísica y Filosofía, ha dedicado gran parte de su trabajo a una aproximación a la muerte. Tal vez haya llegado el momento de preguntarle si tememos, si acaso él teme más despedirse de los otros o de sí mismo: "Sin ego no hay muerte", dice, "sin ego, uno no es el protagonista de la historia. El protagonista somos todos y la culpa es colectiva. Sin ego desaparece la ansiedad y la angustia de la muerte, y tú eres como un perro que se va a morir". Remedios contra la angustia. Saber taoísta: "Hay que dedicar la primera mitad de la vida a crear un ego muy fuerte, convicciones, autoestima, una ventaja para defenderte. Y la segunda mitad, a deshacerse de él, porque las desventajas son superiores: esto se acaba". Saber biológico, contrario al mito del alma, porque dice Pániker que nadie cree en el alma: "Yo soy un animal más que he brotado del mundo, y llega un momento en que desaparezco. Pero ahí siguen mis hijos, mi gente, lo que he hecho".


Habla también Pániker en sus estudios sobre las bondades de la libertad, que si anteponemos a la ley natural, llámese azar, destino, divina providencia, ¿dejaríamos así de temer a la muerte, profesor? "Seguro que sí. Si uno no teme, es libre. Las obediencias que han creado los estados y las iglesias proceden del temor. En cierto modo, el budismo mahayana fue una cultura sin temor a la muerte, una cultura de la libertad, que dice que cuando uno está liberado brota espontáneamente la solidaridad, la compasión, karuna. El budismo es la liberación de cada cual, no hay iglesia, no se deja institucionalizar: las iglesias sólo sirven para gentes religiosamente débiles. Creo que por todo esto el budismo tiene tanto éxito hoy en día en el mundo occidental". Y, llegados al extremo, si nos convenciéramos de que no hay nada más allá, ¿por qué preocuparse entonces, o cuánto hay de incertidumbre en la angustia ante la muerte? "Está claro que los ateos tienen menos angustia que los creyentes, pero hay que superar las disyuntivas, creer o no creer en el más allá. Hay que creer en el aquí y el ahora. Es evidente que cuando te mueres sales fuera del tiempo y del espacio, y la aventura se acabó. Cuantos creen que no, quieren creer que no se acabó. Es de una ingenuidad tal... Mecanismos de consolación". Hay una pregunta que por serlo no tiene respuesta y que el profesor Pániker formula de la siguiente manera:
- Todo lo que ha sido, lo que será, ¿vaga eternamente en alguna parte?
Se responde a sí mismo: Es una pregunta pertinente. Fuera del espacio-tiempo, lo que ha sido, siempre es.
- ¿Y lo que va a ser?
- Siempre es.
Salvador Pániker es presidente de la Asociación por Derecho a Morir Dignamente (DMD), una lucha denodada que encuentra su más feroz batalla precisamente frente a los que viven en la fe del más allá, cristianos integristas que les llama el filósofo. Y uno podría preguntarse, simplemente, ¿por qué aferrarse a una vida mala habiendo otras mejores, como dicen que hay? "La religión católica ha querido siempre monopolizar el miedo a la muerte, a las postrimerías, es su arma para conseguir tu obediencia. Por eso se opone a la eutanasia, porque es una forma de desdramatizar la muerte, es un derecho a dimitir cuando mi vida se degrada más allá de ciertos límites, porque la vida no es un valor absoluto". Otro contrasentido: según las encuestas, un 70% de los españoles (más aún en otros países europeos), está a favor de un derecho que no consigue su reconocimiento, "porque los moribundos no votan", zanja. "A mí siempre me ha impresionado por qué esos obispos integristas se oponen tan ferozmente a la eutanasia, pero cada vez se les hará menos caso, en nombre precisamente de un sentimiento religioso".
Porque Pániker está convencido de que la crisis evidente de las religiones institucionales tiene como consecuencia un aumento del sentimiento de religiosidad. Curioso. Aunque, tal vez haya llegado tarde la religiosidad (tan implantados ya los templos del consumo, el dios televisado, la gran ceremonia del fútbol, etcétera) y nos pille demasiado agnósticos a los de aquí. "El agnosticismo es un buen preámbulo para la verdadera experiencia religiosa, o estética, o trascendente. El que tiene sus creencias muy definidas en dogmas queda inutilizado para la religión. Toda persona que tiene una experiencia estética profunda, o erótica (que no es frecuente porque el amor completo es muy poco frecuente), se da cuenta de que ya hay algo trascendente. Que luego a eso no quieran darle la etiqueta de religioso, pues que no se la den: esto forma parte de la estafa de la Iglesia, de su pretendido monopolio sobre lo trascendente. La gente irá comprendiendo que la palabra agnosticismo sólo tiene que ver con el no creer en las enseñanzas de la Iglesia".
Recomienda el filófoso un menú supervivencia, filosofía y religión a la carta que cada uno se confecciona a su gusto y voluntad. Para esta temporada (siglo XXI) él (sin ánimo proselitista, educado en el cristianismo de los Jesuitas, dado voluntariamente de baja en la tierna juventud, hijo de padre indio, estudioso de sus raíces) ha optado por una suculenta combinación que da lugar a una sabia fórmula de trascender el ego (común al hinduismo, budismo e incluso a cierta mística cristiana o Santa Teresa sin leer a San Agustín), apoyada en prácticas tántricas, porque "creo que no hay que reprimir el cuerpo, que ha sido el gran castigado". Trascender el ego para, de nuevo, asumir la muerte: "Volcarse en una obra que te importe más que ti mismo ya es trascender el ego". Ya sea la obra de arte, científica, humanitaria: formas de mística, les llama el filósofo. Alternativa, el páramo: ateísmo o vacío budista, "o la pura trivialidad, pero el trivial tiene miedo". Éstas son las fórmulas de superar la angustia de la muerte. A partir de ahí, "¡que cada uno se defina en función de lo que mejor se le acomode!", proclama, como si la filosofía de la vida consistiera en el trabajo de oficina y el fútbol de los domingos... "¿Por qué no?, es incluso una metafísica".
Observa Pániker que lo que más nos une al reino animal es la capacidad de sufrimiento, y yo le pregunto qué diablos le importa eso al hombre de hoy, volcado en el placer: "El sufrimiento no sirve para nada", ratifica. El placer en cambio, la sensualidad en muchos casos, se presenta como sustituto de religión: interesa más que el sentido último de las cosas. "Yo esto no lo considero del todo insano. Cito a un gran maestro como es Alan Watts: la vida no es un problema a resolver sino una realidad a experimentar. Mucha gente, en lugar de preguntarse por el sentido de la vida, que es una pregunta sin sentido, intenta experimentarla: forma parte de todo vitalismo, y es sano, y ésta es hoy la actitud de la gente. Yo tampoco soy intelectualista: la pregunta por el sentido sólo aparece cuando el flujo dinámico, el apetito de vivir ha sido interrumpido".


"Es muy penoso que a veces las mujeres, en lugar de reconciliar sus dimensiones, se masculinizan. En el machihembrado está la verdadera comunicación. si yo fuese un puro macho y tú fueses una pura hembra, ni nos entenderíamos ni nos atraeríamos"
Más bien es tantrista. Una experiencia que le ha llevado a una conclusión muy práctica, que el tantrismo (espiritualidad del cuerpo, del sexo y de la tierra) es un recurso de gran utilidad para acabar con el machismo. "¿Digo yo eso?". Absolutamente. "Yo soy muy feminista. El tantrismo recupera el cuerpo y la mujer ha sido asociada con el cuerpo. Hasta las virtudes de la Virgen María son todas corporales: virgen, incorrupta, fecundada por la luz. Mitos patriarcales. Para cualquier religión monoteísta y espiritualista, Dios es espíritu en contraposición a la materia. El tantrismo no es espiritualista y por eso es un aliado natural del feminismo y de la recuperación, porque el macho injustamente se apropió de la razón dejando a la mujer como ser irracional, oscuro, meramente material. Estamos en la era de la recuperación del cuerpo, de la mujer, de la materia: de la superación de la dualidad". Se remite a la historia. Historia de culturas machistas que han dejado un saldo empobrecido: hombres caricaturizados como ficciones a la defensiva y mujeres masculinizadas, abstractas y agresivas. "Es muy penoso que a veces las mujeres en lugar de reconciliar sus dimensiones femeninas y masculinas, se masculinizan. Hoy las cosas van cambiando, con un feminismo de tercera generación". O lo que para Pániker es lo mismo: liberación del hombre. ¡Cómo! "Yo también soy feminista por la cuenta que me trae: estoy harto de ir por el mundo sacando pecho. Oiga, usted es un seductor. Qué va, yo no he buscado más que la comunicación profunda, pero no por dominar ni poseer". Para plantear el objetivo recurre al mito del andrógino de Platón o la fusión de los contrarios: "En el machihembrado está la verdadera comunicación. Si yo fuese un puro macho y tú una pura hembra, ni nos entenderíamos ni nos atraeríamos".
¿Cómo será la reacción de los hombres cuando lean en el Cuaderno amarillo que el machismo es la demostración del miedo del hombre ante el sexo femenino permanentemente estimulado o que el patriarcado con su represión del sexo y su exaltación del poder es el germen del mal? "No lo sé, veremos". ¿Usted tiene más de femenino que de masculino? "Yo no lo sé, esto dicen las mujeres que ha habido en mi vida. He sido un enfant-gaté y tal vez mi talante religioso proceda de ahí: siempre me ha gustado ser querido, que es el resultado de ser un niño mimado y muy brillante. Yo, a los 16 años, era inteligentísimo y además muy rebelde, los Jesuitas no sabían cómo tratarme. Entonces, lo reconozco, necesito gustar. No reprimo mi sombra, uno tiene que reconciliarse con lo que no le gusta de sí mismo, hay que compensar con los opuestos: energía y dulzura, genio y candor. No me gusta el puro macho ni la pura hembra. Felizmente, esta civilización posmoderna que yo llamo retroprogresiva tiende a acabar con los estereotipos y conciliar los contrarios: yo por ejemplo soy un adulto responsable y soy un niño". Un híbrido y un mestizo (medio indio, medio catalán), Salvador Pániker, contrario a los postulados de la evolución darwinista, considera que la naturaleza no selecciona al mejor sino a la diversidad. "Las cosas, cuanto más impuras, mejor".
Desmontando a Salvador Pániker. Siete contradicciones concatenadas:
1) Defiende la mundialización como forma de llegar al mestizaje, la pluralidad. "La globalización no tiene que ver con el neoliberalismo, sino que debe ser un sistema mundial con control político de la economía, que pueda permitir que al bajar los subsidios a la agricultura en Europa pueda subir los seguros sociales de Indonesia, por ejemplo". Frente a ello, el nacionalismo es para Pániker "un fundamentalismo sustitutivo de la mística, como todas las grandes palabras con mayúsculas, llámese Patria, Proletariado, Dios o lo que sea: ahí comienzan los crímenes, la muerte individual queda neutralizada por la causa colectiva".
2) Mestizaje sí, pero no es partidario de la apertura total de las fronteras. "No me gustan las fronteras, soy defensor de leyes abiertas, pero no comparto una política suicida de inmigración. Hay una solución que sería invertir en los países de origen, subdesarrollados".
3) Por los dos asertos anteriores, parece Pániker un señor de derechas que, sin embargo, fue introductor en España del movimiento de la contracultura americana a través de la editorial Kairós. "Yo soy muy libertario en lo religioso, ahora, en lo político, soy pragmático: hay que probar, autorregular, como en la Física, para encontrar un nuevo equilibrio mundial". Sobre la colección de Kairós, que se llamó La fiesta de los sesenta: "Me impresionaron mucho los autores de la contracultura que descubrí en California, porque atacaban el judeocristianismo. Me traje los derechos y se vendieron muy bien".
4) Contracultural al mismo tiempo que parlamentario de la UCD (1975). "Era amigo de Paco Fernández Ordóñez y fui el diputado más breve de la historia de España: 24 horas. La política me aburría".
5) Se considera Salvador Pániker un ser enfermizo, nihilista endocrino, infantil, pájaro de poco fiar (sic), y al tiempo mantiene un elevado concepto de sí mismo. "Salvando la opresión de la Iglesia durante mi adolescencia, cada vez he tenido más autoestima. Pero el síndrome de fatiga crónica me ha impedido la insolencia, si no me hubiese frivolizado mucho más. A los 30 años yo era un hombre rico, joven y guapo, o al menos me lo creía (ríe). Estaba al punto de un narcisismo insoportable. Entonces vino el handicap de mi poca salud y me dio profundidad. Desconfíe usted de las personas demasiado sanas. Es bueno que te pongan contra las cuerdas de tu propia finitud o fragilidad".
- Bueno, al menos esto le ha permitido vivir como un homme-enfant, una pose de fragilidad que le ha ido muy bien con las mujeres, al menos.
- Hombre..., yo he sido competitivo en la vida, no soy un ser indefenso, como Kafka. No me ha ido mal, me puedo permitir el lujo de mantener la infancia: soy un elitista. El haber adquirido un cierto status te permite no luchar por lo que lucha la mayoría. A mí la codicia me aburre, me apasiona en cambio la aventura de la ciencia y la filosofía.
- ¿Siempre le ha ido bien con las mujeres, a pesar de lo infrecuente que es el amor?
- Lo que es infrecuente es el amor completo (sexo, mente, espíritu, cuerpo y todo a la vez), casi como la explosión de una supernova. Lo que hay mucho es el amor al amor, el amor romántico.
- ¿No compartirá el concepto pessoano del amor: amamos la idea que inventamos del otro?
- Pessoa, gran poeta pero tan deprimente, tan pesimista. No, yo creo que no hay nada más bello que el encuentro real entre dos seres humanos: te libera de ti mismo.
6) Le salva la farmacopea pero está en contra de las drogas. "Sí". ¿Tiene que ver con alguna experiencia familiar? "Sí, claro, con varias. Pertenezco a aquella generación del pobre Eduardo Haro... (M., mi apaleada hija)".
7) Se identifica con los escritores depresivos (como Sartre, Camus...) y, sin embargo, se muestra como un optimista a ultranza sobre el futuro posmoderno, pluralista radical (sic). "No soy un pesimista melancólico: intento estar vivo". Tiene una fórmula para la felicidad ("la lucidez mística") y, sin embargo, desconfía de los felices frente a la lucidez de los deprimidos. Pero, Salvador Pániker no quiere bromas sobre la depresión. "Lo que hay que hacer a cada momento es decirse: bueno, y ahora ¿qué es lo que hay que hacer?" Pues eso.
Extraído de: http://www.elmundo.es/






 Sociedad laica y trascendencia (Salvador Pániker)
 
La tesis de este artículo es sencilla: en la actualidad, donde mejor puede prosperar el sentido de la trascendencia es en una sociedad plenamente secularizada. La idea es que si se alcanza realmente la libertad secular civilizada, surge espontáneamente la sacralidad del origen, que es también la trascendencia, lo "místico". Y atención, ya sé que hay personas -y de las intelectualmente más respetables- que en cuanto escuchan palabras como trascendencia y mística echan a correr. Pero ello se debe, ante todo, a un malentendido. Ha habido demasiada cantidad de charlatanes en este territorio. Digamos aquí que cuando hablo de trascendencia, para que nos hagamos una primera idea, me refiero, por ejemplo, a lo que uno siente escuchando una sonata de Bach, o perdiéndose en una noche de luna llena. Y cuando hablo de mística lo hago, ante todo, con un alcance experimental a la vez transpersonal y cotidiano. Para mí, la mística arranca de la capacidad de vivir aquí y ahora, de trascender el tiempo, de volcarse en algo que a uno le importe más que sí mismo, de sentir el mundo como la prolongación del propio cuerpo, y, en el límite, de vislumbrar la no-dualidad originaria previa a cualquier concepto.

Pues bien, digo que una sociedad secularizada y laica, es ya la única en la que puede brotar íntimamente, sin estorbos, la trascendencia. Porque de entrada se desaloja cualquier institucionalización oficial de "lo sagrado", y así se suprimen interferencias y quedan, por ejemplo, neutralizadas las voces que degradan el misterio en dogmas pueriles. El caso es que una sociedad laica es una sociedad presidida por la libertad de conciencia. Una sociedad laica y secularizada es pluralista -secularización y pluralismo son casi sinónimos- y en ella cada cual puede adoptar la concepción del mundo que mejor se le acomode. El gran adelanto de una sociedad laica y democrática es que es capaz de mantener la cohesión social sin necesidad de restringir la libertad de conciencia. La vertebración moral de la sociedad ya no corre a cargo de ninguna iglesia. Más todavía: la sociedad laica es post-filosófica en el sentido de que ni siquiera tiene necesidad de una teoría universal de la verdad. (El neopragmatismo de un Rorty es aquí más representativo del espíritu de nuestro tiempo que el neouniversalismo de un Habermas). Dentro de este ámbito de libertad interior, la apertura a lo trascendente brota, como digo, espontáneamente, hija de la misma hondura de lo real, sin necesidad de comulgar con ruedas de molino.

Y adviértase que esta apertura espontánea a lo trascendente la encontramos ya insinuada en las mismas religiones institucionales. Así, todas ellas admiten la llegada de un momento en que el ego llega a su límite y se trasciende espontáneamente. Los cristianos hablan de gracia, los sufíes de fana, los hindúes de prajña, los budistas de bodhi. Los chinos nombran a la naturaleza con la palabra ch'i lan, que significa aquello que sucede por sí mismo, y no por mandato o control de una entidad exterior. Los taoístas enseñan que el bien sólo se propaga espontáneamente -en chino: tzu-jan.

En todo caso, está en el aire un modo libertario de vivir la trascendencia. En Occidente, por ejemplo, ya se sabe que asistimos a una profunda revisión del fenómeno religioso, con la correspondiente crisis del cristianismo institucional. Así, sucede que los "cristianos sin Iglesia" -por retomar una vieja expresión de Kolakowski- han dejado de constituir un fenómeno marginal para convertirse en el caso común. Surge un cristianismo desinstitucionalizado, fluctuante. Los ritos de paso, como el bautismo o el matrimonio religioso, retroceden. Crece, en cambio, la conciencia del carácter polisémico de los significantes religiosos, ante todo el de Dios. El cristianismo deja de ser un sistema globalizante unificado para convertirse en un

conjunto de piezas sueltas que cada cual aglutina a su manera. Es el auge de la "religión a la carta". Es el rechazo del concepto de ortodoxia en beneficio del principio de soberanía individual. La consecuencia, en nuestras latitudes, es que la mayoría de los antiguos creyentes tienen, hoy, unas convicciones religiosas muy confusas, a menudo eclécticas, y que, la gente, más que en Dios o en la Iglesia, cree en algo difuso. A un célebre director de cine americano le preguntaron recientemente: "¿Usted cree en Dios?"... y el hombre respondió, haciendo un gesto vago: "Hombre, yo creo que hay algo por ahí...".

En todo lo cual también influye la crisis de la teología tradicional en el contexto de la nueva visión científica del mundo. Científicamente, el "dios tapagujeros" (Bonhoeffer) no hace ninguna falta. Dicen que el Papa Pío XII estaba entusiasmado con la teoría del Big Bang, porque así resultaba que alguien tenía que haber puesto en marcha el universo. Aquel Papa era muy superficial, aunque muy elegante. Su interpretación del Big Bang era una aplicación pre-crítica del viejo y desgastado principio de causalidad. La Relatividad y la Física Cuántica nos pueden ser aquí de utilidad. Porque la idea de causalidad pertenece al espacio-tiempo. Y no tiene sentido aplicar la noción de causalidad a un suceso que es previo a la aparición del espacio-tiempo. Recordaré una frase de Paul Davies, glosando las ideas de Stephen Hawking: "Siendo el universo internamente consistente y autocontenido, su existencia no requiere nada exterior a él, no precisa ser puesto en marcha por nadie".

¿Conduce todo esto al ateísmo? A mi juicio, conduce, más bien, a un cierto agnosticismo místico. Veamos. Hay algo de demasiado fácil en el ateísmo. Ciertamente, el mundo está enteramente abandonado a las fuerzas naturales, y un sentido ingenuo de lo sobrenatural es incoherente. Por esto resulta relativamente sencillo ser ateo. Lo que ocurre es que los argumentos del ateísmo resultan, al final, tan inútiles como los de quienes pretenden demostrar la existencia de Dios. En contra de la opinión de Richard Dawkins, no creo que la Ciencia tenga nada que decir al respecto. Dawkins piensa que la evolución revela un "universo sin diseño", un universo con una "despiadada indiferencia" en relación a los seres vivos. Y sin duda tiene razón. Pero ¿qué tiene ello que ver con la cuestión de la trascendencia? Quiero decir que Ciencia y Mística discurren en planos diferentes. Ya en su día David Hume había criticado el argumento científico del "diseño" biológico como prueba de la existencia de Dios. Pero hubo que esperar a El origen de las especies de Darwin para rematar intelectualmente esa crítica. Más adelante, el argumento del diseño ha reaparecido, en un contexto cosmológico, con el llamado Principio Antrópico. Pero también esta postura ha sido desmontada. (Bertrand Russell comentó sarcásticamente que para un Ser Omnipotente, disponiendo de miles de millones de años para experimentar, el haber conseguido crear finalmente un producto como el animal humano no es un resultado muy brillante). Insisto pues: cualquier intento de introducir a la divinidad desde la Ciencia está condenado al fracaso. Ahora bien, por la misma razón, cualquier intento de negar a la divinidad desde la Ciencia también es inútil. Ateísmo y teísmo remiten a un mismo tipo de racionalismo chato. Carecen de sensibilidad metafísica, la que hacía decir a Chuang-tzu que "al Tao no se lo puede expresar ni con palabras ni con silencio".

Pienso, pues, que se avecinan unos tiempos en que la indispensable laicidad de la sociedad va a servir, entre otras cosas, como marco para una nueva creatividad numinosa que conduzca a una renovada vivencia de lo trascendente. Se descubrirá que el relativismo es resacralizador -despeja el inmenso hueco de la trascendencia-, y que no hace falta ninguna autoridad religiosa para preservar ese ámbito trascendente. Liberado el espacio de dogmas absolutos, queda franco el camino. Conduciendo las opciones hasta el límite, surge la paradoja de que Ciudad Secular y Ciudad Sagrada son el haz y el envés de una misma realidad. Quiere decirse que si la modernidad nos convirtió a todos en eunucos místicos, hoy, desde "la noche oscura" del relativismo postmoderno, podríamos estar recuperando la potencia perdida.

Peter Berger ha escrito que "si algo caracteriza a la modernidad, es la pérdida del sentido de la trascendencia". Pues bien, aquí sostengo que la postmodernidad, precisamente desde la catarsis de su lúcido nihilismo, vuelve a abrirse a la trascendencia. Sostengo que, más allá de la pandemia de trivialidad que nos invade, el sentido de la trascendencia, lo mismo que el arte, no ha muerto, toda vez que se inscribe ya en nuestros genes. Sostengo que da un poco igual declararse ateo o creyente, que lo que cuenta es una buena paideia laica y, con ella, la recuperación de la potencia mística, el sentido de lo real. Consigamos que la sociedad genere ciudadanos responsables y solidarios, y ellos mismos descubrirán la trascendencia. O, mejor dicho, la trascendencia descenderá sobre ellos. De ahí que se me antojen inútiles las condenas al relativismo y a la religiosidad anárquica: precisamente la sociedad secularizada es la que mejor puede hacer brotar una trascendencia íntima, espontánea, experimental. Donde cada cual sea el dueño de su castillo y el autor de su propia música.

Salvador Pániker, 26/01/2007

Story of a violinist

Un hombre se sentó en una estación del metro en Washington y comenzó a tocar
el violín, en una fría mañana de enero. Durante los siguientes 45 minutos,
interpretó seis obras de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que
pasaron por esa estación algo más de mil personas, casi todas camino a sus
trabajos.

Transcurrieron tres minutos hasta que alguien se detuvo ante el músico. Un
hombre de mediana edad alteró por un segundo su paso y advirtió que había
una persona tocando música.

Un minuto más tarde, el violinista recibió su primera donación: una mujer
arrojó un dólar en la lata y continuó su marcha. Algunos minutos más tarde,
alguien se apoyó contra la pared a escuchar, pero enseguida miró su reloj y
retomó su camino.
Quien más atención prestó fue un niño de 3 años. Su madre tiraba del brazo,
apurada, pero el niño se plantó ante el músico. Cuando su madre logró
arrancarlo del lugar, el niño continuó volteando su cabeza para mirar al
artista. Esto se repitió con otros niños. Todos los padres, sin excepción,
los forzaron a seguir la marcha.

En los tres cuartos de hora que el músico tocó, sólo siete personas se
detuvieron y otras veinte dieron dinero, sin interrumpir su camino. El
violinista recaudó 32 dólares. Cuando terminó de tocar y se hizo silencio,
nadie pareció advertirlo. No hubo aplausos, ni reconocimientos.


Nadie lo sabía, pero ese violinista era Joshua Bell, uno de los mejores
músicos del mundo, tocando las obras más complejas que se escribieron alguna
vez, en un violín tasado en 3.5 millones de dólares.

Dos días antes de su actuación en el metro, Bell colmó un teatro en Boston,
con localidades que promediaban los 100 dólares.

Esta es una historia real. La actuación de Joshua Bell de incógnito en el
metro fue organizada por el diario The Washington Post como parte de un
experimento social sobre la percepción, el gusto y las prioridades de las
personas.


La consigna era:
en un ambiente banal y a una hora inconveniente, ¿percibimos la belleza?
¿Nos detenemos a apreciarla? ¿Reconocemos el talento en un contexto
inesperado?

Una de las conclusiones de esta experiencia, podría ser la siguiente: Si no
tenemos un instante para detenernos a escuchar a uno de los mejores músicos
interpretar la mejor música escrita…



¿qué otras cosas nos estaremos perdiendo?